La Paz, 4 ago (RHC) Miles de manifestantes se concentran en las inmediaciones del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia para protestar contra la tercera postergación de los comicios generales a causa de la propagación de COVID-19.
Los manifestantes optaron por instalarse en carpas al frente del órgano electoral como señal de que no dejaran sus protestas y acatarán la huelga hasta que atiendan sus demandas de llevar a cabo las elecciones el 6 de septiembre, tal como se había acordado en el segundo aplazamiento de las elecciones.
Este sector de la población también señaló que no dejarán sus demandas, a pesar de que la curva de contagios por COVID-19 está en su pico más alto, porque notan la "incapacidad" de la presidenta transitoria e incluso acusan al actual Gobierno de llevar a la quiebra al país y ser "prorroguista".
Cuando se comunicó la tercera postergación de las elecciones presidenciales el presidente del TSE, Salvador Romero, explicó que la fecha del 18 de octubre es inamovible por dos razones. La primera, varios estudios advierten que a fines de julio y los primeros días de septiembre se registraría el pico más alto de contagios por COVID-19 en el país, y la segunda porque Bolivia debe posesionar un presidente electo este 2020 para respetar el mandato constitucional.
Las elecciones generales en Bolivia debían llevarse a cabo el pasado 3 de mayo, pero con la llegada de la pandemia se decidió suspender para el 6 de septiembre luego de haber realizado varias reuniones de consenso entre los partidos políticos y la Asamblea Legislativa, que aprobó la postergación mediante una ley.
En la tercera postergación, los partidos políticos no lograron consenso para una nuevo aplazamiento, entonces el TSE decidió basarse en estudios y asesoramiento científico para calcular un descenso de la curva de contagios y fechas que permitan llevar a cabo una posible segunda vuelta para alcanzar a posesionar al presidente electo este 2020.
El ministro de Planificación boliviano, Carlos Díaz, renunció tras dos semanas de baja por enfermedad, acentuando el debilitamiento del equipo económico de la presidenta transitoria JeanineÁñez, ya golpeado por la pandemia de COVID-19.
La renuncia fue anunciada por la dirección jurídica del Ministerio de Planificación en una carta a Áñez, en la que señala que la dimisión firmada por Díaz será enviada al Palacio de Gobierno desde Santa Cruz (este), ciudad en la que el renunciante recibía tratamiento médico.
Díaz había dejado temporalmente el gabinete hace dos semanas aquejado por una enfermedad no revelada y fue reemplazado interinamente por el titular de Obras Públicas, Iván Arias, quien fue ingresado luego en un hospital por una antigua afección pulmonar complicada con COVID-19, según informe oficial.
El ministro de Economía, Óscar Ortiz, está con baja médica desde hace tres semanas, restableciéndose en su domicilio tras estar internado, incluso en terapia intensiva, a causa de la COVID-19.
A ellos se sumó el lunes el titular de Energías, Rodrigo Guzmán, quien dio positivo al nuevo coronavirus e ingresó en aislamiento por al menos dos semanas, anunció su oficina de prensa.
La misma Áñez ha resultado contagiada de COVID-19 y pasó dos semanas en aislamiento.
Otras altas autoridades infectadas por el nuevo coronavirus eran la presidenta del Senado, Eva Copa, y el presidente del Banco Central, Guillermo Aponte, la primera dirigiendo aún el parlamento desde su aislamiento y el segundo en retiro total.
Fuente: Sputnik