Desde el 9 de agosto, Bielorrusia es escenario de protestas contra el resultado de las elecciones, que dio la victoria, con el 80,1 % de los votos, al presidente Alexander Lukashenko, en el poder desde 1994. La oposición denuncia un supuesto fraude en el proceso comicial.
El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció el pasado jueves que intervendría militarmente y enviaría tropas a Bielorrusia si fuera necesario, conforme a un acuerdo militar colectivo suscrito entre los dos países.
Sin embargo, en declaraciones a la prensa, Peskov, dijo este lunes que Moscú no tiene planes de emplear su reserva de agentes de seguridad formada para Beliorrusia, ya que en estos momentos la situación está controlada, pese a que “continúan algunas movilizaciones”.
“Quiero reiterar que de momento no se examina el uso de esta reserva. El presidente también ha subrayado que se usaría solo en una situación extrema, en la que elementos extremistas comenzaran una desestabilización directa. Pero, ahora vemos que la situación está bajo control”, afirmó el diplomático ruso.