Santiago, 18 oct (afp).-. La céntrica Plaza Italia de Santiago fue copada este domingo por decenas de miles de personas para conmemorar un año del inicio de las protestas sociales en Chile en reclamo de una mayor igualdad social, en un clima mayoritariamente festivo opacado por algunos incidentes.
Conmemoración en Santiago del primer aniversario de la revuelta social en Chile, el 18 de octubre de 2020/afp
Los grupos de manifestantes comenzaron a llegar desde temprano hasta convertirse en decenas de miles las personas que se reunieron en este lugar, convertido en el epicentro de las protestas que estallaron el 18 de octubre de 2019.
En su mayoría jóvenes pero también familias y personas mayores llegaron hasta esta plaza, rebautizada por los manifestantes como "Plaza de la Dignidad", para conmemorar el día en que "Chile despertó" pero también para volver a reencontrase en un masiva protestas tras meses en que la pandemia impuso una pausa en las manifestaciones chilenas.
La manifestación tiene lugar una semana antes del histórico plebiscito que consultará a los chilenos si cambian o no la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), uno de los mayores triunfos del movimiento social que surgió en las calles de Chile justo hace un año.
"Vengo a celebrar algo que nunca imaginé que iba a pasar en Chile después que recuperamos la democracia", dijo a AFP Olga Neira, una médico de 68 años que asistía a la manifestación con su hija.
"Somos un país con condiciones para tener pensiones dignas para los adultos mayores, sueldos más dignos y dejar un mejor país a mi nieto. Esto de hoy es hermoso y el domingo que viene, ¡mejor todavía!", dijo segura de que ganará el "Apruebo" en el referéndum.
Si bien la Policía custodiaba desde temprano el lugar, a medida que fue creciendo el número de manifestantes se fueron retirando los efectivos de la simbólica plaza, tapizada de carteles y banderas. La gran mayoría de las personas portaba sus mascarillas para prevenir el coronavirus y otras para hacer frente a los gases lacrimógenos.
"Es hermoso, muy bueno y positivo (...) Tenemos que unirnos; el pueblo de Chile se tiene que unir y tenemos que creer en que nosotros podemos hacer las cosas", dijo a AFP Viviana Donoso, una manifestante de 43 años, quien junto a un grupo de amigos saltaba al ritmo de los tambores que no paraban de sonar en el centro de la plaza.
Puestos de venta de comida, de agua, gaseosas y de todos los artículos que tradicionalmente se venden en las manifestaciones callejeras, como gafas de protección o pañuelos, animaban también esta gran concentración.
Concurrieron además varios personajes disfrazados que se han convertido en símbolos en este año de protestas, como la "Tía Pikachú" o el "Corredinasaurio".
Para Víctor Hugo de la Fuente, periodista y director de la edición chilena de Le Monde Diplomatique, el sentimiento que predominaba en las primeras horas de la manifestación era de alegría "por la posibilidad de avanzar y conseguir un Chile más justo y democrático", narró a AFP.