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La Páz, 22 oct (RHC) La Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) reconoció este jueves la victoria presidencial del candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS), Luis Arce, en los comicios del pasado domingo en Bolivia.
De acuerdo con Telesur, el excanciller costarricense Manuel González, jefe de la misión electoral, expresó que "el Tribunal Supremo Electoral realizó un gran esfuerzo, junto a sus funcionarios, para celebrar este proceso electoral con gran profesionalismo. La autonomía e independencia del órgano electoral fue clara, y marcó una gran diferencia en comparación con la cooptación que sufrió el tribunal anterior".
Añadió que "gracias al informe de auditoría realizado tras las elecciones del año pasado, hoy este país tiene una autoridad electoral independiente y tuvo una contienda más equitativa y transparente. La gente votó en libertad".
De igual forma, la entidad admitió que la anulación de los comicios y la renovación de las autoridades electorales en Bolivia, tuvo lugar gracias a las "recomendaciones" de la OEA. Las mismas se derivaron del informe que denunciaba presuntas "manipulaciones e irregularidades detectadas en la elección 2019", en las que Evo Morales había ganado con 10 por ciento de ventaja en primera vuelta.
La OEA ratificó además las supuestas denuncias sobre el sistema electoral boliviano, a pesar de que varios estudios señalaron que el informe emitido por la entidad en 2019 fue deficiente, estuvo basado en "datos incorrectos" y "técnicas estadísticas inapropiadas".
El informe de la OEA se emitió públicamente luego de que el Grupo de Puebla exigiera la renuncia del secretario general del organismo, Luis Almagro, sentenciando que "el papel que jugó en la desestabilización democrática de Bolivia y las relaciones excluyentes que mantiene con otros países del área lo inhabilitan para seguir ejerciendo el papel de mediación y facilitación democráticas que debería desempeñar al frente de tan importante cargo".
La OEA cumplió un papel clave en el proceso de desestabilización en Bolivia tras las elecciones del 20 de octubre de 2020.
