El pasado martes, el Departamento de Estado aprobó la venta a Taiwán de cuatro aviones no tripulados (drones), tipo MQ-9 Reaper, por un valor de 600 millones de dólares, para “reforzar la defensa” de la isla en medio de crecientes tensiones con China.

En reacción, Wang Wenbin, portavoz de la Cancillería de China, expresó este miércoles el firme rechazo de Pekín al nuevo acuerdo militar entre EEUU y Taiwán, y prometió “reacciones legítimas y necesarias” para salvaguardar la soberanía y los intereses de seguridad del gigante asiático.

En una rueda de prensa celebrada en Pekín, Wang recordó que la venta de armas a Taipéi viola gravemente el principio de una sola China, constituye una flagrante interferencia en los asuntos internos del país asiático, y envía “señales equivocadas” a las fuerzas separatistas de la isla.

“China dará respuestas legítimas y necesarias”, remarcó el vocero del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, y avisó que tales medidas del Gobierno estadounidense socavan gravemente las relaciones entre Pekín y Washington, así como la paz y la estabilidad entre ambos lados del estrecho de Taiwán.

Ante tal situación y para evitar más daños a los lazos entre los dos países, Wang exigió de Estados Unidos. que permanezca comprometido con el principio de una sola China, detenga la venta de armas y las relaciones militares con Taiwán, y dé marcha atrás a su nuevo acuerdo armamentístico con la isla, considerada por el gigante asiático parte indivisible de su territorio.