Presidente de Argentina, Alberto Fernández, rinde honores a Maradona. Foto: Presidencia
Buenos Aires, 26 nov (RHC) La masividad frente a la Casa Rosada para despedir al ídolo del futbol Diego Armando Maradona, con gestos de consternación que reconocen la valía personal de quien representó a la Argentina en los mundiales de ese deporte.
Desde las seis de la mañana, miles de personas hacen larga fila en la Plaza de Mayo para darle el último adiós al gran D10S, al Diego de la gente, a un hombre que cambió la historia del fútbol latinoamericano.
Tras una despedida de su círculo más íntimo que se extendió durante toda la madrugada, con la presencia de su exesposa Claudia Villafañe con sus hijas Dalma y Giannina, la ceremonia fúnebre en el Salón de los Pueblos Originarios, el mismo lugar donde hace 10 años atrás el pueblo despidió al expresidente Néstor Kirchner, conmueve a un pueblo que se resiste a una inesperada muerte.
Ni las fuerzas de seguridad pudieron controlar por momentos la desbordada situación, que obligó a mover el féretro del gran D10S del lugar donde se encontraba, y puso en tensión un emocionante último adiós con un pueblo en masa que salió a despedir a su gran Diego.
Tristes las imágenes de la estampida de gente, las balas de gomas, los incidentes y heridos que mancharon la despedida del Diego, con tensiones y llantos por doquier de miles que fueron a despedirlo.
'Exigimos al gobernador porteño Horacio Rodríguez Larreta y al vicegobernador Diego Santilli que frenen esta locura que lleva adelante la Policía de la Ciudad. Este homenaje popular no puede terminar en represión y corridas a quienes vienen a despedir a Maradona', apuntó desde Twitter el ministro del Interior, Wado de Pedro, tras lo sucedido.
Con el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández dentro de la Casa Rosada, las imágenes de varias personas ocupando el patio de las palmeras dentro de la sede gubernamental, clamando por Maradona, quedaron registradas en las redes sociales.
A la fuerza muchos tumbaron las vallas y entraron, en tanto otros lloraban y se podían escuchar frases como 'Diego es el pueblo, Diego es la gente'.
Según testigos, todo comenzó cuando se conoció que, pese a la insistencia del gobierno a sus familiares, las honras fúnebres concluirían a las 16:00 hora local y algunos seguidores reclamaron.
'Se nos murió a todo un ser querido, el velorio de Maradona no puede durar cuatro horas tiene que durar 12, el es el pueblo, es un pedazo de país', reclamaba uno de los varios admiradores agolpados en las afueras de Plaza de Mayo.
Por estas horas sigue la tensión en las calles aledañas a la Casa Rosada y todavía hay una gran concentración a la espera de muchos que aseguran no se irán del lugar hasta no despedir al gran Pelusa.
Fuente: Prensa Latina
