Quito, 2 feb (RHC) Andrés Arauz, candidato presidencial de Ecuador por Unión por la Esperanza (UNES), promete gobernar con y para el pueblo, especialmente a favor de los más perjudicados por la crisis económica nacional.
Parte de la propuesta de UNES, fuerza progresista formada por decenas de organizaciones sociales y políticas, entre ellas Revolución Ciudadana, liderada por el expresidente Rafael Correa, radica en reactivar las finanzas del Estado, impulsar la generación de empleos y mejorar el nivel de enseñanza y la atención en salud.
Con ese fin, Arauz, con 36 años de edad y economista de profesión, invita a conformar un Estado con una única prioridad: el bienestar de las familias ecuatorianas.
El aspirante a la presidencia, que podría convertirse en el jefe de Estado más joven en la historia de Ecuador, ya ocupó cargos de gobierno en la gestión de Correa, conocida como la Década Ganada, por sus logros políticos, sociales y económicos.
De 2015 a 2017 ocupó el cargo de ministro de Conocimiento y Talento Humano, y durante ese último año cumplió un breve período al frente de la cartera de Cultura y Patrimonio.
En su faceta de investigador ha participado en grupos de trabajo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, el Banco Central del Ecuador y los entes dependientes de la Universidad de Michigan: Escuela de Política Pública Gerald Ford e Instituto de Investigación Social.
Para los comicios del próximo domingo, junto al comunicador Carlos Rabascall, Arauz apuesta por un programa de gobierno que plantea fuentes de trabajo digno, acceso a seguridad social, inversión en obras como puentes, carreteras, hospitales y escuelas, planes de calidad en educación a todos los niveles, incluida enseñanza superior, universal y gratuita.
'Mi propuesta es ir hacia adelante, sumando, multiplicando (…) Mi propuesta es reconstruir ese Ecuador que todos nos merecemos', sentenció en la presentación oficial de su campaña electoral y con esa primicia busca convencer a los votantes de cara a los sufragios.
El plan se enfoca en garantizar justicia democrática, participativa y deliberativa, productiva y económica, intergeneracional, plurinacional e intercultural, por la vida y la reproducción de la misma, ecológica y de transición energética, igualitaria para mujeres y grupos excluidos, digital y de nueva economía, cognitiva, justa e imparcial.
En resumen, la oferta para la ciudadanía es trabajo, futuro y dignidad, desde la construcción colectiva en una nación marcada por una seria crisis económica y sanitaria, por el impacto de la Covid-19, agudizado por lo que considera malas decisiones del ejecutivo liderado por el neoliberal Lenín Moreno.
Numerosos grupos de mujeres, estudiantes, trabajadores, campesinos e indígenas respaldan al llamado Binomio de la Esperanza, Arauz-Rabascall.
(Prensa Latina)