Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Foto: PL
Brasilia, 26 feb (RHC) El presidente Jair Bolsonaro desalentó una vez más el uso de máscaras de protección contra la Covid-19 en Brasil, al citar una encuesta alemana cuestionada por su falta de seriedad y poco rigor científico.
Sin medir consecuencias, Bolsonaro nombró un estudio universitario alemán, en realidad una mera pesquisa online que contó con una participación desproporcionada de escépticos de la pandemia.
“Los efectos secundarios de las máscaras empiezan a aparecer aquí”, afirmó el mandatario durante una transmisión en vivo por redes sociales.
Argumentó que 'una universidad alemana dice que son perjudiciales para los niños y tiene en cuenta varios factores: irritabilidad, dolores de cabeza, dificultad para concentrarse, disminución de la percepción de la felicidad, negativa a ir al colegio o a la guardería, desánimo, deterioro de la capacidad de aprendizaje, mareos y fatiga'.
Según el portal de noticias G1, que cita a una agencia noticiosa alemana, 'ninguna universidad germana elaboró estudio alguno que llegue a esa conclusión'.
El sitio asegura que Bolsonaro hizo alusión a resultados de una encuesta en línea realizada por cinco investigadores de la Universidad de Witten/Herdecke, en el estado de Renania del Norte-Westfalia.
Los estudiosos pretendían formar una base de datos para recoger informes sobre el uso de máscaras en los niños.
En el segundo semestre de 2020 pusieron a disposición un examen en línea para recoger informes y hasta el 26 de octubre 20 353 personas completaron el interrogatorio, al introducir los datos de unos supuestos 25 930 infantes.
La participación fue voluntaria y abierta a cualquier persona que hiciera clic en el enlace del sondeo, sin que se realizara un muestreo de la población para obtener una imagen representativa de la sociedad alemana.
El excapitán del Ejército se aprovechó de que el 68 por ciento de los padres señalaron las molestias causadas por el uso del tapabocas.
G1 asegura que los resultados de la 'encuesta alemana' se difundieron en cuentas de activistas de extrema derecha, foros negacionistas y páginas que promueven métodos de curación pseudocientíficos.
Fuente: Prensa Latina