Brasilia, 3 jun (RHC) El pueblo brasileño piensa que apartar a su presidente del poder es cuestión de “vida o muerte” y se logrará con presión y protestas, dijo el representante del directorio nacional del partido de izquierda Unidad Popular (UP) de Brasil, Magno Francisco.
Francisco hizo hincapié, en declaraciones a la agencia rusa de noticias Sputnik, que muchos de los organizadores de las protestas celebradas el sábado contra el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, piensan que apartar al mandatario del poder es “cuestión de vida o muerte”.
Aseveró que la nación brasileña protesta contra Bolsonaro porque, sin presión del pueblo, no caerá su Gobierno. “El camino que nosotros escogimos es que no existe un gobierno que caiga sin presión popular y sin el pueblo en la calle”, indicó.
El político brasileño resaltó que el jefe de Estado del gigante sudamericano compró el apoyo del Congreso Nacional con las enmiendas parlamentarias, para luego agregar que, por eso, no se puede esperar que el poder legislativo defienda los intereses de la nación.
Subrayó que la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, no puede ser una excusa para aplazar tales manifestaciones hasta el año 2022, cuando todo el mundo ya esté vacunado, para luego tacharlo de “un error gigantesco”. Además, deploró que el pueblo no tiene ninguna garantía de normalidad en el proceso político de Brasil, pues, alegó, “Bolsonaro tiene tics dictatoriales”.
Convocadas por las centrales sindicales, los partidos de izquierdas y diversos movimientos sociales, los brasileños se movilizaron el sábado masivamente en más de 200 ciudades de todo el país, incluida Brasilia, la capital, a fin de exigir la dimisión de Bolsonaro por su política “genocida” ante la pandemia, que ha dejado casi 462 791 muertos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Francisco declaró que, en Brasil, apenas el 7 por ciento de la clase trabajadora puede trabajar en casa durante la crisis sanitaria y “la mayoría está yendo a trabajar amontonada en autobuses y en el metro, expuesta al coronavirus y muriendo por millares”, criticó.
En otra parte de sus comentarios, se refirió a las protestas antigubernamentales en Colombia y Chile, diciendo que las luchas de los pueblos en estos países son expresiones de la insatisfacción popular con las medidas neoliberales, para después añadir que eso en Brasil combina “el protofascismo de Bolsonaro con el neoliberalismo que quiere reeditar el Chile de Pinochet”
(HispanTV)