A través de una nota de prensa, el Gobierno sandinista denunció que “se está desarrollando un ataque implacable y sin precedentes en contra del pueblo y el Gobierno de Nicaragua, impulsado por falsas narrativas propugnadas por medios de comunicación de la derecha y “figuras de la oposición” financiados por Estados Unidos.
Aseguró que no permitirán la injerencia de otros países en el proceso de la investigación de un grupo de opositores detenidos. La mayoría de ellos están siendo indagados por “incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos” y “pedir intervenciones militares” contra el Gobierno del presidente Daniel Ortega, entre otros delitos.
El Gobierno afirmó que considerará cualquier intento de socavar la investigación “como un ataque frontal contra los principios del respeto al Estado de derecho, la democracia, la soberanía nacional y la libre autodeterminación en Nicaragua”.