Un avión militar estadounidense C-146A Wolfhound salió el jueves de la base aérea de Kadena en Okinawa (sur de Japón) antes de aterrizar en el aeropuerto de Songshan en Taipéi, capital de Taiwán, a las 9:32 a.m. (hora local) para entregar un “correo diplomático” a la embajada de facto de Estados Unidos en Taiwán.
Cinco horas después de que la Fuerza Aérea de Estados Unidos entrara “ilegalmente” en el espacio aéreo chino, el portavoz del Ministerio de Defensa de China, Wu Qian advirtió a Washington de “serias consecuencias” y remarcó que EEUU está “jugando con fuego”.
“Taiwán es parte del territorio sagrado e inalienable de China. Cualquier avión militar extranjero que aterrice en territorio chino debe obtener primero el permiso del Gobierno de la República Popular China […] Cualquier barco o avión extranjero que ingrese al espacio aéreo chino provocará graves consecuencias”, destacó Wu.