Antonio Guterres, secretario general de la ONU.
Naciones Unidas, 23 dic (RHC) El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamó a respetar la voluntad del pueblo de Libia en las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias en ese país, aún con fecha por determinar.
Por medio de un comunicado difundido por la oficina de su portavoz, el máximo representante de Naciones Unidas indicó que toma nota del anuncio hecho la víspera por la Alta Comisión Nacional Electoral de Libia.
Esa declaración establecía que la Cámara de Representantes de ese territorio del norte de África debe fijar una nueva fecha para la primera vuelta de las elecciones presidenciales.
Guterres felicitó a los 2,8 millones de libios que ya se registraron para votar y subrayó que los comicios presidenciales y parlamentarios deben desarrollarse en las condiciones adecuadas para poner fin pacíficamente a la transición política y transferir el poder a instituciones elegidas democráticamente.
Por su parte, la asesora especial del secretario general de Naciones Unidas para Libia, Stephanie Williams, se refirió al deseo abrumador de ese pueblo de acudir a las urnas para determinar su futuro y poner fin al largo período de transición.
En ese sentido, agregó, la ONU seguirá apoyando los esfuerzos para garantizar la celebración de elecciones presidenciales y parlamentarias lo antes posible.
La víspera, la Alta Comisión Nacional Electoral de Libia anunció que, a pesar de su preparación técnica, no puede cumplir con la fecha del venidero 24 de diciembre fijada para los comicios.
Esto debido a obstáculos relacionados con las deficiencias en la legislación electoral y el proceso de impugnaciones y recursos relacionados con la elegibilidad de candidatos.
Por ello, esa comisión solicitó a la Cámara de Representantes marcar una nueva fecha para la primera vuelta de la elección presidencial en un plazo de 30 días, de conformidad con la ley, tomando las medidas necesarias para enfrentar las dificultades existentes.
Desde 2011, el caos y las confrontaciones predominan en Libia, donde una intervención militar de la OTAN propició el derrocamiento y asesinato de Muamar Gadafi.
Hasta la fecha, en esa nación petrolera del norte de África siguen las pugnas por el poder y el accionar de milicias y agrupaciones terroristas, en tanto aumenta la criminalidad y el tráfico de personas y armas. (Fuente:PL)