Organizaciones de derechos humanos denunciaron que al menos un centenar de ciudadanos
murió en el fuego cruzado. Foto: DW
Puerto Príncipe, 1 jun (RHC) A un año del conflicto entre grupos armados en la salida sur de la capital de Haití, varias voces criticaron este miércoles la supuesta desidia del Gobierno y lamentaron las decenas de muertos, heridos y desplazados internos.
El 1 de junio de 2021 se iniciaron los enfrentamientos de pandillas por el control de Martissant, zona que une a Puerto Príncipe con los cuatro departamentos del sur, y que obligaron a más de 20 mil personas a abandonar sus hogares y pertenencias.
Organizaciones de derechos humanos denunciaron que al menos un centenar de ciudadanos murió en el fuego cruzado y la mayoría de los desplazados aún no pudo regresar a sus casas.
“Hoy se cumple un año desde que los bandidos tomaron el control de Martissant. Llegó el momento de que el gobierno proporcione a la Policía los medios para asegurar el país”, escribió en Twitter, André Michel, portavoz del Sector Democrático y Popular.
El Movimiento Unificado de Transportistas Haitianos deploró a inicios de semanas que al menos 25 pasajeros y conductores que circulaban por la ruta de Martissant murieron desde que se desató la guerra de las bandas, y los individuos armados retuvieron 300 autobuses y prendieron fuego a una docena más. “Las autoridades nunca tomaron medidas drásticas en relación a esta situación de inseguridad.
Los hombres armados que causan estragos son pocos. No son los cerebros de la inseguridad. Hay autores intelectuales que están a nivel del Estado y del sector empresarial privado que coordinan las acciones delictivas”, aseguró a la plataforma Vant Bef Info Serge Pierre Louis, coordinador del partido Visión Integral para la Reconstrucción de Haití.
En agosto pasado, las autoridades tuvieron que negociar con las pandillas para permitir el cruce de ayuda humanitaria para los departamentos Sur, Nippes y Grand Anse, devastado por un terremoto de 7,2 de magnitud que provocó la muerte de más de dos mil 200 personas.
Al finalizar la tregua, el paso en la zona volvió a ser inaccesible y aumentaron los casos de secuestros y asesinatos en el área, mientras las instituciones públicas y privadas emplazadas buscaron nuevas sedes.
Un conflicto similar tuvo lugar casi un año después en el extremo norte de Puerto Príncipe, desplazando a más de 30 mil personas, de acuerdo con un informe de Naciones Unidas. Al menos 188 personas, de ellas 92 civiles, murieron durante los enfrentamientos y 113 sufrieron heridas, detalló el reporte.
El Gobierno, por su parte, prometió en varias ocasiones combatir a estos grupos que siembran el terror en los barrios vulnerables y realizó algunas intervenciones policiales en las zonas afectadas. Sin embargo, Martissant sigue en manos de las pandillas. (Fuente: Prensa Latina).