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Lima, 15 dic (RHC) La cuenta de fallecidos en las protestas contra el nuevo gobierno de Perú ascendió a 15, con siete caídos este jueves en una operación militar contra la ocupación del aeropuerto de la ciudad andina de Hamanga.
Las muertes fueron confirmadas, aunque sin identificar a los occisos, por la Dirección de Salud de Huamanga en la región de Ayacucho, y el rastro de sangre incluye a 52 heridos. La radioemisora RPP consignó un total nacional de 18 muertos.
Los graves hechos se produjeron al cumplirse una semana de las demostraciones contra el Gobierno peruano, que pide diálogo y utiliza masivamente a la Policía y las Fuerzas Armadas.
Según testigos, los siete caídos fueron abatidos por militares durante y después de una incursión civil en el aeropuerto de la ciudad de Huamanga.
Durante la jornada, además, grupos de manifestantes intentaron tomar nuevamente el aeropuerto de Arequipa, segunda ciudad del país, y se han registrado similares intentos en las terminales de Juliaca, en la región de Puno; en Andahuaylas, en la región de Apurímac, y en Cusco, capital de la región del mismo nombre.
Las marchas y acciones violentas reclaman elecciones generales adelantadas, una asamblea constituyente y la libertad del expresidente Pedro Castillo y rechazan al impopular Parlamento.
De otro lado, la Asamblea Nacional de los Pueblos (ANP), integrada por la Confederación General de Trabajadores (CGTP) y otras organizaciones sociales y políticas, marcharon masivamente en Lima y en diversas ciudades del interior.
La marcha en la capital fue pacífica, pero flanqueada por una verdadera multitud de policías que caminaron junto a los manifestantes por el centro de Lima y en el trayecto había al menos un grupo de militares con armas largas y un carro blindado.
Los dirigentes de la ANP y la CGTP remarcaron el carácter no violento de la marcha, pero el intento de un grupo de manifestantes de dirigirse al Palacio Legislativo, fue impedido por la muralla humana formada por la Policía, que lanzó gases lacrimógenos.
Sin embargo, entrada la noche el centro histórico de Lima era escenario de una operación policial para dispersar a jóvenes manifestantes.
Entretanto, el primer ministro, Pedro Angulo, dijo que la orden a las Fuerzas Armadas y la Policía de liberar las carreteras bloqueadas, se cumplirá paulatinamente, al igual que el diálogo. (Fuente: Prensa Latina).