Foto: Prensa Latina.
La Habana, 11 feb (RHC) El proceso que llevó al Acuerdo de Paz en Colombia generó un clima propicio para el cambio en términos de gobierno, para el triunfo de Gustavo Petro-Francia Márquez, que es el triunfo del pueblo, afirmó la vicepresidenta de ese país, quien visitó Cuba esta semana para encabezar la delegación que participa en la edición 31 de la Feria del Libro de La Habana.
En entrevista exclusiva con Prensa Latina la vicemandataria reiteró que: “la paz contribuyó a ese esfuerzo inicial, a que hoy haya un gobierno del cambio, alternativo y progresista”.
Argumentó el significado de la paz total, esa aspiración devenida prioridad para el actual gobierno, que comenzó gestión en agosto de 2022:
Francia Márquez: Yo creo que no hay diferencias entre la paz firmada en 2016 y la Paz Total, creo que es un complemento. El esfuerzo de haber hecho un acuerdo entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo y el estado colombiano fue un paso importante, pero no logró la paz total.
Consideramos que la paz total implica, por un lado, la aplicación de esos acuerdos que ya están firmados, y por otro, seguir diálogos con distintos actores armados como el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La paz no es solo el desmonte de las armas, la paz es inversión social, por eso este gobierno de cambio le apuesta a la transición energética, a la igualdad y la equidad. Acabamos de crear el ministerio de la Igualdad y la Equidad, esperamos que pronto comience a funcionar.
Apostamos a la equidad de género, a la igualdad territorial, a la igualdad en términos de la diversidad, de la población LGBTIQ+, de las personas con discapacidad, de los pueblos indígenas, afrodescendientes, raizales y palenqueros.
Todas estas acciones, de conjunto, son las acciones que nos van a permitir la paz total.
Prensa Latina: ¿Cuáles son los desafíos para lograr una paz duradera en Colombia?
Francia Márquez: El gran desafío es que los colombianos dejemos de matarnos, que las víctimas puedan ser resarcidas de la violencia que han vivido y sus derechos se puedan restablecer, el gran desafío es justicia social, justicia de género, justicia racial, justicia ecológica.
Esos son los grandes desafíos de Colombia, y de la humanidad. Si la humanidad no asume esa transición energética, no asume una nueva economía para la vida, pues toda la humanidad está en riesgo.
Así que tejer puentes con Cuba, con el Caribe, con América Latina, con África, en busca de apuestas comunes que nos lleven a pensar una transición energética regional, que lleven al sur global a tejerse, es parte de lo que tendríamos que hacer.
Prensa Latina: En cuanto a la Feria del Libro de La Habana, ¿qué significa para Colombia participar en calidad de invitado de honor?
Francia Márquez: Esto para nosotros es un honor. Creo que es un momento de rencuentro entre dos naciones y países que culturalmente se han fortalecido, siempre han tenido lazos de hermanamiento a pesar de que ha habido turbulencias diplomáticas por posturas de gobiernos anteriores.
Para nosotros como gobierno del cambio, alternativo, estar aquí es un honor y alegría. Creo que es lo mínimo que podemos hacer ante Cuba, que ha puesto todo para la paz de Colombia, para acompañar a Colombia en ese esfuerzo de lograr parar la violencia y la guerra.
Hemos venido con un número importante de escritores, escritoras, poetas… en general artistas colombianos que han venido a poner su arte. Aquí hay todo un pabellón de Colombia y está la obra de Gabriel García Márquez, una insignia de orgullo para Colombia, y sé que también lo es para Cuba.
Prensa Latina: ¿Cuáles son sus impresiones acerca de la dimensión social de este evento?
Francia Márquez: Creo que ver a tanta gente joven en la Feria, gente que vino de distintos lugares del país y de otras naciones, creo que muestra el interés de Cuba por la lectura, la escritura, la poesía y el arte. El arte como una expresión de sanar.
Yo vine acompañada de nuestra ministra de Cultura (Patricia Ariza), del ministerio de las Culturas, las Artes y las Ciencias: MiCasa, que es el nuevo nombre que tiene hoy el ministerio.
Ella es un símbolo de la resistencia desde el arte, de la resistencia de las luchas que representan lo que es Colombia, los movimientos populares, la voz de los que se expresan a través de las letras. (Fuente: Prensa Latina).