Asesinatos a jóvenes inocentes
Bogotá, 29 junio (RHC) El presidente Gustavo Petro deploró hoy los asesinatos de civiles no beligerantes para hacerlos pasar como bajas en combate en el marco del Conflicto armado interno de Colombia.
El mandatario aludió a las audiencias de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en donde autores materiales de esos hechos, principalmente militares en retiro, reconocieron que asesinaban a inocentes para hacerlos pasar por guerrilleros, a cambio de recompensas.
«Quienes lo aplauden o lo niegan, niegan la posibilidad sobre estas cenizas de construir la reconciliación de Colombia», subrayó Petro.
Enfatizó que sus autores intelectuales y físicos han escrito una de las peores páginas de la historia de la humanidad.
Son «6 mil 402 jóvenes asesinados por el Estado solo por recibir unos votos, un aplauso popular, unos pollos o una medalla», expresó Petro por medio de su perfil en Twitter.
En opinión del gobernante, una seguridad construida sobre la sangre inocente de miles, no es seguridad, es la mayor inseguridad humana.
«Con estos asesinatos sistemáticos, querían que la zozobra del colombiano se convirtiera en tranquilidad y la tranquilidad en apoyo electoral», recalcó.
«Falsos Positivos» es el nombre dado al caso que involucra principalmente a miembros del Ejército Nacional en el asesinato de civiles no beligerantes haciéndolos pasar como bajas en combate en el marco del conflicto armado interno.
La JEP, en un informe de febrero de 2021, estableció que la cifra total de víctimas era de seis mil 402 entre 2002 y 2008, principalmente durante el Gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010).
«Dormir cómodo en el apartamento caliente del norte de Bogotá o del Poblado en Medellín, sentirse seguros aplaudiendo como exterminaban la guerrilla, crédulos de un «führer» fantasmal, cuando lo que exterminaban era nuestra juventud albañil, popular, sin más oportunidad, que no fuera el pelotón de fusilamiento», expresó Petro.
Esta semana concluyó una audiencia pública de la JEP, en la que participaron ocho miembros de la fuerza pública que reconocieron su responsabilidad por desaparecer y asesinar a 47 personas entre 2002 y 2006, y que fueron presentadas como bajas en combate e inhumadas en el cementerio Las Mercedes de Dabeiba. Hoy, la diligencia continúa con un acto de reconocimiento en la ciudad de Medellín.
«Triste el país que aún aplaude o niega esta ignominia. Nuestra mayor responsabilidad hoy, además de reparar hasta donde se pueda a las víctimas, es que no se vuelva a repetir en nuestra historia. Que seamos capaces de construir un país democrático y justo”, recalcó el jefe de Estado.