Brasilia, 1 ene (RHC) La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, inició este primero de enero el segundo año de mandato con nuevos desafíos, como el enfrentamiento de un juicio político en el Congreso, por una supuesta responsabilidad fiscal, así como las acciones que deberá impulsar para reanimar la economía.
En un mensaje de despedida del año 2015, a través de su cuenta en Twitter la primera mandataria del país sudamericano mostró su confianza en un futuro mejor y resaltó la necesidad de emprender reformas en el Estado para profundizar la democracia y fortalecer las bases de un crecimiento sustentable.
Para 2016 se prevé la realización de elecciones municipales en Brasil, donde según analistas de mercados habrá un aumento del desempleo, el cual podría superar 10 por ciento, y continuará el ascenso de la inflación, que en el recién concluido año superó los dos dígitos.
Deseo a los brasileños y brasileñas un feliz 2016 con la esperanza renovada de un Brasil justo, en el camino cierto de un futuro mejor", destacó Rousseff en su breve nota.
Creo en la fuerza del pueblo y en la agenda que trazamos para el país, subrayó al reconocer que 2015 fue un año difícil para todos, y reiteró su optimismo en el venidero periodo, cuando la urbe de Río de Janeiro sede de los Juegos Olímpicos.
Tras defender la necesidad de emprender reformas en el Estado para profundizar la democracia y fortalecer las bases de un crecimiento sustentable, indicó que Brasil es mayor que los intereses individuales y de grupos.
La jefa de Estado, según la secretaria de Comunicación de la Presidencia, viajó a Porto Alegre, capital del sureño estado de Rio Grande do Sul, donde prevé despedir este año junto con su familia.