Damasco, 8 ene (RHC) Fuentes militares confirmaron que las Fuerzas Armadas sirias junto a unidades de la Defensa Popular, retomaron el control de varias localidades al norte y sur de Damasco.
En Deir Ezzor, a unos 450 kilómetros al norte de la capital, rechazaron ataques del Estado Islámico y le causaron bajas y la destrucción de vehículos, cuyos datos aún no fueron precisados, indica Prensa Latina.
Mientras, en la costera provincia de Latakia unidades del Ejército continuaron su avance y en colaboración con grupos de la Defensa Popular lograron controlar localidades como Al Dagdagan, Abou Ghannan, al Sheik Salman y lugares estratégicos en al Hara, Beit Fares, al Sarraf.
Las unidades mencionadas combatieron contra agrupaciones dispersas del llamado Frente Al Nusra, las cuales actúan ahora a la defensiva y tratan de infiltrarse entre la población civil para evitar ataques frontales del Ejército.
También en Hama e Idleb, regiones situadas a más de 250 kilómetros de Damasco, les causaron al menos 43 bajas a los grupos terroristas de Ahrar al Shaam, además de destruirles varios puestos de mando improvisados.
Según los partes oficiales, fue eliminado incluso Mohamad Abou Faisal, cabecilla del mencionado movimiento, a la vez que en la periferia de la localidad de Mork resultaron liquidados 10 armados de la organización Yund al Aqsa.
En esa misma zona, la información precisó que se liquidó a cinco terroristas de la agrupación Ejército de Fateh en áreas cercanas al poblado de Ariha.
Por otra parte, en la provincia de Alepo, a 350 kilómetros de Damasco, recuperaron la colina Shawaya y los barrios de Lierman, Jazmati y Rashidin en la ciudad capital.
Los partes subrayaron que en Quneitra, 70 kilómetros al sur de la capital siria, se tomó el poblado de Mashara y fueron eliminados puntos de refugio y concentración del Estado Islámico y el Frente Al Nusra.
Desde posiciones en las afueras de Damasco, la artillería del Ejército continuó los bombardeos contra diversos puntos de la región de Darayya, desde donde tratan de infiltrarse los terroristas para, aisladamente, lanzar morteros contra barrios periféricos de la capital.