Georgetown, 27 ene (RHC) Miembros de la CARICOM, Comunidad del Caribe, abogaron por una solución urgente a la crisis en Haití y exhortaron a los políticos de ese país a lograr un consenso para restaurar la calma y celebrar la segunda ronda de los comicios presidenciales.
A través de un comunicado, condena el bloque regional los incidentes violentos ocurridos en esa nación caribeña desde la apertura del proceso electoral, los cuales contribuyeron al aplazamiento de la segunda vuelta de sufragios, programada para el último domingo, cuando se debía definir al sucesor del presidente Michelle Martelly.
En el texto, también instan los miembros de la CARICOM a todos los sectores haitianos a colaborar para restituir el orden público y facilitar que las negociaciones entre las fracciones políticas y el gobierno fluyan y terminen con éxito.
En tanto, la víspera, el ministro haitiano de Información, Mario Dupuy, advirtió sobre el riesgo de una intervención militar extranjera si el país caribeño continúa inestable y sus políticos no pactan un acuerdo para elegir al próximo presidente.
Los parlamentarios haitianos están inmersos hoy en el análisis de cuatro propuestas de solución a la crisis política que vive el país, reveló el secretario de la Cámara de Diputados, Abel Descolines.
Entre ellas figura la del jefe de Estado, Michel Martelly, para garantizar la gobernabilidad del país después del 7 de febrero, cuando vence su mandato, dijo la fuente sin revelar detalles del contenido.
Descolines aseguró a Radio Metropole que los diputados ya leyeron la propuesta que cuenta con el apoyo del bloque parlamentario cercano al gobierno, que tiene una mayoría relativa en la cámara baja.
Otra iniciativa presentada a los legisladores es la del cardenal de la Iglesia Católica, Chibly Langlois, mediador con actores políticos clave, como el candidato presidencial opositor Jude Célestin.
En manos de los parlamentarios está también una propuesta de solución a la crisis formulada por el grupo de ocho candidatos presidenciales opositores, conocido como G-8.
Esas figuras abogan por una administración provisional encabezada por el presidente de la Corte de Casación, Jules Cantave, que en un período de tres meses debe verificar las elecciones del 25 de octubre.
La cuarta propuesta para salir de la crisis, formulada por el Presidente del Senado, Jocelerme Privert, cuenta con el apoyo del bloque mayoritario de ese órgano parlamentario, aseveró Descolines sin dar detalles.
Paralelamente al trabajo de los legisladores, el ministro de Información, Mario Dupuy, hizo un llamado a todos los actores políticos a abstenerse de conductas que puedan poner en peligro la soberanía nacional.
Si continuamos enviando señales al mundo de que no podemos manejar nuestro país, lo harán otros por nosotros, advirtió Dupuy en abierta alusión a una intervención extranjera.
Quienes planean actos de violencia no se beneficiarán con sus crímenes, añadió Dupuy, y alertó que si aumenta la inestabilidad, Haití podrán convertirse en un riesgo para sus vecinos del hemisferio.
Recordó la presencia de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilidad de Haití (Minustah) y dijo creer que el país no puede perder el pequeño remanente de la soberanía que aún le queda.
Exhortó a los activistas políticos del gobierno y a la oposición a manifestarse pacíficamente y encontrar en poco tiempo un acuerdo que facilite la celebración de la segunda vuelta de las presidenciales.
La estabilidad política es esencial para el progreso económico y es necesario restaurar la calma en las ciudades, dijo, al recordar que debilitar la institucionalidad puede colocar al país bajo supervisión por muchos años.
En ese sentido se manifestó también el portavoz del G-8, Sauveur Pierre Etienne, para quién es inconveniente que la violencia tenga prioridad sobre las negociaciones y es tiempo de diálogo para salvar al país del caos.