La Habana, 2 ene (RHC) Funcionarios de alto rango de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) llevan años engañado a sus empleados mediante la divulgación de documentos internos que contienen información falsa acerca de las operaciones y de las fuentes en el extranjero, informa The Washington Post citando a oficiales y ex oficiales de inteligencia.
La práctica, conocida como 'eyewash' (patraña), fue develada durante una investigación del Senado, de varios años, sobre los programas de interrogatorios de la agencia.
La CIA utilizaba un sistema de memorandos internos estratificado para ocultar determinadas actividades clandestinas entre el personal: altos cargos emitían un documento inicial con información falsa, para seguidamente enviar a un grupo de destinatarios más selecto un segundo documento con la información real, que indicaba hacer caso omiso al anterior comunicado.
Según los oficiales y ex oficiales que han tenido acceso al informe clasificado, se conocen al menos dos casos en los que se utilizó esa técnica secreta.
En uno de los casos, los jefes de la CIA informaron a los agentes que se encontraban en Pakistán de que no tenían la autorización para capturar a Abu Zubaida, miembro de Al Qaeda. Pero una segunda nota, enviada a un grupo mucho más pequeño de agentes, indicaba ignorar el anterior mensaje y proceder con la operación potencialmente letal. "La gente de los niveles externos que no tuvieron acceso a la información privilegiada estaban siendo intencionalmente engañados", afirma un oficial estadounidense.
Algunos veteranos de la CIA describen esta táctica como una medida de seguridad poco frecuente pero importante, ya que se trata de un medio para la protección de "secretos vitales" mediante la inserción de comunicaciones falsas en el tráfico de información rutinario con el objetivo de transmitir la información a destinatarios precisos.
Sin embargo, otros califican esta práctica de abuso, la cual fomenta la desconfianza interna y sostienen que no hay manera clara de distinguir las falsedades de los registros verdaderos.
Por su parte, Fred Hitz, inspector general de la CIA entre 1990 y 1998, afirma que engañar intencionadamente a los empleados de la agencia engloba muchos riesgos. "Alguien que no esté al tanto podría actuar sobre la base de la información falsa. Realmente, es jugar con fuego", sentencia.