Bogotá, 2 feb (RHC) La representante a la Cámara, Ángela María Robledo, y el secretario de la Conferencia Episcopal, Darío Echeverri, pidieron al gobierno colombiano y al insurgente Ejército de Liberación Nacional agilizar pasos para iniciar conversaciones en una mesa oficial.

En carta suscrita también por otras personalidades, Robledo y Echeverri lamentaron que sea postergada la oportunidad para cumplir la cita con la paz, luego de lograr ambas partes acuerdos fundamentales sobre la agenda de negociaciones.

Los firmantes subrayaron que esa demora se resuelve con la inmediata reunión de las dos delegaciones, pues Colombia espera la noticia.

Representantes de las FARC-EP, Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo y el gobierno de Juan Manuel Santos reinician sus conversaciones en La Habana en busca de una salida política a la confrontación bélica en ese país.

Debaten en esta ocasión ambas delegaciones el punto Fin del conflicto y adelantan el estudio de los Mecanismos de refrendación y verificación del acuerdo definitivo de paz que esperan adoptar este año.

Esos diálogos recibieron la pasada semana el apoyo internacional con la creación por la ONU, a solicitud de las partes, de una misión política para verificar el alto el fuego bilateral una vez establecido.

Además, una comisión de observadores de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños refuerza la legitimidad del proceso y expresa la voluntad de lograr el fin del conflicto y garantizar una paz estable y duradera en Colombia.

Los representantes de las insurgentes FARC-EP, Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, agradecieron a la CELAC, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, por su disposición a integrar la Misión Política de ONU que verificaría un eventual fin de las hostilidades en el territorio colombiano.

En un comunicado difundido en La Habana, sede de los diálogos de paz entre esa guerrilla y el gobierno de Colombia, expresan los delegados rebeldes que esa decisión ratifica los propósitos acordados en la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.

También consideran los insurgentes que la solidaridad mundial con la paz en su país está relacionada con la concreción de nuevos acuerdos decisivos para la marcha del proceso de conciliación, como los pactos destinados a resarcir a las víctimas del conflicto, el desescalamiento de la guerra, y el compromiso de establecer la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad, entre otros convenios.

Además instan en el texto las FARC-EP a los colombianos a participar en los debates sobre la urgencia de un acuerdo social y político por la paz y la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente.