Bogotá, 11 feb (RHC) Políticos colombianos y defensores de derechos humanos exigieron respeto a las protestas sociales y condenaron el uso de la fuerza para acallar una manifestación realizada la víspera en Bogotá, acción que dejó al menos 10 personas heridas y 70 detenidos.
A través de twitter, uno de los representantes del partido Unión Patriótica calificó de inadmisible criminalizar el descontento ciudadano, mientras que el vocero del movimiento Marcha Patriótica, David Flórez, rechazó el empleo del Escuadrón Móvil Antidisturbios como alternativa para resolver los problemas.
La víspera, centenares de personas fueron dispersadas en la capital colombiana por el Escuadrón Móvil Antidisturbios, cuando bloqueaban vías en rechazo al aumento del precio del pasaje en el sistema de transporte público y por las deficiencias en ese servicio, en una urbe donde conviven cerca de ocho millones de ciudadanos.
Por su parte, el vocero del movimiento Marcha Patriótica, David Flórez, instó al Gobierno colombiano y al insurgente ELN avanzar hacia la fase pública de conversaciones pacifistas y descartar posturas que alejen esa posibilidad al profundizar la guerra.
El llamado es a que establezcan cuanto antes encuentros formales, Colombia tiene esperanzas en los diálogos con las FARC-EP y es el momento de buscar una paz completa, declaró el representante de esa plataforma, en la cual convergen más de mil organizaciones sociales.
Desde 2012 portavoces gubernamentales y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) platican en Cuba con el propósito de hallar una salida concertada a la confrontación bélica, que ha dejado unos 300 mil muertos.
Tales negociaciones podrían finalizar en los meses próximos con la firma de un tratado pacificador, en tanto los acercamientos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) no sobrepasaron hasta la fecha la fase confidencial de aproximaciones exploratorias.
Exhortamos a ambas partes (Ejecutivo-ELN) a que no radicalicen sus posiciones, si seguimos en la presunta lógica de la guerra vamos a estar otros 50 años en ella, insistió Flórez.
Esta semana el presidente Juan Manuel Santos ordenó arreciar la ofensiva militar contra ese último grupo rebelde, luego de atribuir a sus miembros el ataque a una instalación del Ejército en Arauca, departamento fronterizo con Venezuela.
El Gobierno mantiene su empeño de debilitarnos, ello nos obliga a responder a las agresiones de sus Fuerzas Armadas, argumentó esa agrupación guerrillera desde una de sus cuentas en Twitter al tiempo que rechazó versiones sobre una supuesta ausencia de voluntad de paz entre sus tropas.
A finales de 2015 el comandante del ELN, Nicolás Rodríguez, aseguró que ya fue acordada una agenda para comenzar un proceso similar al iniciado desde hace tres años con las FARC-EP.
En enero durante la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), Santos expresó optimismo en torno a ese otro proceso en busca de la distensión.
Sin embargo, en este momento cada una de las partes responsabiliza a la otra de la demora en las conversaciones.
Flórez confirmó que la izquierda colombiana fomenta una iniciativa de unidad para respaldar los esfuerzos por el fin del conflicto y los acuerdos derivados de esas gestiones.