Lima, 2 mar (RHC) El accidentado proceso electoral peruano vive un nuevo escándalo, ante la afirmación del expresidente Alan García de que la encuestadora privada Datum le pidió hace 10 años dinero a cambio de favorecerlo en sus sondeos.

La afirmación, que diversos analistas consideran apunta a desacreditar a las encuestas debido a los bajos niveles de intención de voto registrados por García, fue desmentida por la compañía, que anunció una querella contra el exjefe del Estado.

García dijo en una entrevista que no cree en las encuestas y señaló que en la campaña de 2006, cuando fue elegido jefe de Estado por segunda vez, el entonces presidente de Datum, Manuel Torrado, le propuso realizar 12 encuestas, seis públicas y seis privadas, y favorecerlo en los resultados, a cambio de 800 mil dólares, lo que no fue aceptado.

La empresa desmintió a García y anunció que lo demandará judicialmente y lo emplazó a probar lo dicho, ante lo cual el candidato dijo que el servicio fue ofrecido y, ante una pregunta sobre lo de favorecerlo, señaló que, dado el monto, eso era obvio.

El exgobernante no ha explicado porqué no denunció el hecho y ante el anuncio de Datum Internacional de que lo demandará por difamación, mencionó como testigos a los excancilleres Allan Wagner y José García Belaunde, muy amigo suyo.

Wagner lo desmintió y García Belaunde avaló su versión, comentando que considera anómalo el ofrecimiento hecho por la encuestadora que, al parecer, irritó al exmandatario al verificar que este es identificado mayoritariamente como "candidato de los narcos", en alusión al indulto masivo de narcotraficantes durante su último gobierno (2006-11).

La candidata de García a la vicepresidencia, Lourdes Flores, socialcristiana conservadora, alegó que el exgobernante no ha hecho ninguna imputación de un delito, sino de la oferta de un servicio y aseguró que no ha declarado la guerra a las encuestadoras.

Por su parte, la candidata izquierdista al parlamento Marisa Glave comentó que García atacó a Datum y a otros objetivos porque está desesperado y descontrolado por su descalabro en las encuestas, que consideró producto de los "narcoindultos".

El historiador y analista Nelson Manrique añadió que el expresidente padece del "síndrome de los perdedores", por lo que reacciona con insultos y ataques por doquier.

"Busca cualquier forma de llamar la atención en su intento por levantar vuelo a candidaturas que están en caída libre" en los sondeos, agregó.

El analista Antonio Zapata descartó que el ataque a Datum sea parte de una estrategia electoral y dijo que solo actúa por irritación porque no las tiene todas consigo.