La Habana, 2 mar (RHC) La delegación de las insurgentes FARC-EP, Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, afirmó en La Habana que espera este año pactar con el gobierno de su país un protocolo de paz que permita el término de la guerra.

A través de un comunicado, destaca el grupo guerrillero su compromiso y decisión política de continuar avanzando hacia la firma de un Acuerdo final, el cual inicie el cese del conflicto armado y la implementación de lo pactado durante los diálogos pacifistas, como el cese el fuego, la dejación de las armas y el desmonte del paramilitarismo, entre otros aspectos.

En el texto, también precisan las FARC-EP que el proceso para el pacto definitivo se encuentra en una etapa decisiva, por lo cual

demandan convenir con seguridad jurídica y política todo lo convenido durante las negociaciones, para garantizar su materialización.

Asimismo, plantea la agrupación rebelde que quienes han construido los acuerdos están en mejores condiciones de interpretar el espíritu y la letra de los mismos, así como para concebir los diseños institucionales y los recursos fiscales necesarios para su efectiva implementación, mediante un plan específico.

Mientras Cuba reafirmó en Ginebra su compromiso con la lucha por un mundo de justicia, libertad e igualdad para todos.

Pedro Núñez, director general de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional del Ministerio cubano de Relaciones Exteriores, expresó que la isla refuerza su compromiso con una genuina cooperación internacional, sustentada en la indivisibilidad de los derechos humanos, la no selectividad y la no politización.

Países poderosos presentan su visión sobre democracia y gobernabilidad como la única válida y tratan de otorgarle un alcance supuestamente universal, cuando en realidad es privativa de la práctica de sólo una parte de la humanidad, apuntó.

Al intervenir en el segmento de alto nivel del 31 período ordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, señaló que, además, elaboran listas selectivas de países que no les son afines, como hizo hoy Estados Unidos, para criticarlos por supuestas violaciones de derechos humanos, olvidando la discriminación racial, la violencia policial, el maltrato a los inmigrantes o la tortura a detenidos, dijo.

El directivo puntualizó que todo ello ocurre en el centro de detenciones que Washington tiene en el territorio ilegalmente ocupado en Guantánamo (oriente de Cuba) y en su propio territorio.

La tendencia a abordar con enfoques punitivos las cuestiones de derechos humanos se refuerza y se hace cada vez más peligrosa, aseveró.

En contraste con el desolador panorama internacional, subrayó, en algunas regiones se consolidaron esfuerzos para crear un entorno de paz.

Al respecto, Nuñez resaltó que un ejemplo imprescindible fue la decisión histórica de los líderes de América Latina y el Caribe, en la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, celebrada en La Habana en el 2014, de proclamar a la región como zona de paz.

En ese contexto, añadió, esperamos dar la bienvenida pronto a un acuerdo de paz que ponga fin al conflicto en Colombia.

Remarcó asimismo su apoyo a la República Bolivariana de Venezuela, cuyo gobierno y pueblo merecen, dijo, la más amplia solidaridad internacional en su lucha contra las acciones desestabilizadoras alentadas y apoyadas desde el exterior.

Nuñez recordó que el gobierno de Estados Unidos reconoció no sólo el fracaso del bloqueo económico, comercial y financiero como política contra Cuba, sino de su impacto negativo en el ejercicio de los derechos humanos del pueblo cubano.

Es de particular importancia que se proceda, sin demora, a ponerle fin al bloqueo por parte de Estados Unidos, que mi país sufre desde hace más de cinco décadas, que es la principal violación de los derechos humanos de todos los cubanos, afirmó.

También agregó que en las elecciones de otoño de este año, la isla aspira a ser reelecta al Consejo de Derechos Humanos, un órgano de cuya creación se cumple una década en 2016.

El directivo cubano reiteró el respaldo de su país a la causa del pueblo palestino, rechazó las sanciones unilaterales contra Rusia y reafirmó el derecho del pueblo sirio a encontrar una salida digna a sus problemas, sin injerencias externas y preservando su soberanía e integridad territorial.