Quito, 9 mar (RHC) El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró que si el país invierte uno por ciento del Producto Interno Bruto anual en construir viviendas, en 10 años resolverá el déficit habitacional.

Durante una entrega de casas en la provincia de Esmeraldas, precisó el primer mandatario ecuatoriano que el déficit de viviendas a nivel nacional es aproximadamente de 500 000 unidades, aunque su gobierno ha otorgado acceso a hogares dignos y seguros a trescientas 40 000 familias.

También destacó Correa que en nueve años su proyecto político, denominado Revolución Ciudadana, consiguió reactivar el crédito hipotecario para que las personas más humildes puedan pagar en cuota su casa propia o acceder a créditos hipotecarios baratos.

Tras recordar las críticas opositoras que recibió al destinar gran parte del gasto público a obras como casas, centros de salud, escuelas e hidroeléctricas, defendió el uso del presupuesto nacional en beneficio del pueblo.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, calificó también de atentado a los derechos humanos la actual persecución judicial contra el exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, y reiteró que se trata de un plan para humillarlo.

Lo que se hizo con Lula es atentado a los derechos humanos, aseveró Correa este martes, durante un conversatorio con medios de prensa desde la ciudad amazónica de Archidona, en el oriente del país.

La semana pasada, la Policía brasileña allanó la casa del expresidente brasileño, y lo condujo por la fuerza para ser interrogado por un juez que investiga un caso de corrupción dentro de la estatal Petrobras.

Según Correa, lo ocurrido con Lula es parte una estrategia orquestada por la derecha continental contra los gobiernos progresistas y sus líderes.

Parte de esta estrategia es destrozar la reputación de los líderes de izquierda, recalcó el gobernante ecuatoriano, quien citó también los casos de Evo Morales en Bolivia, y las arremetidas contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y la exmandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner.

Tras advertir contra la judicialización de la política, Correa apuntó que la izquierda regional tiene que unirse para enfrentar a una derecha, dijo, que ya se sobrepuso a las derrotas que encajó a principios de siglo, y ahora está cada vez más articulada.

Se ve que hay una audacia, una nueva ofensiva de esa derecha, con más ínfulas, más energía, más recursos, más estrategias, más discursos, reiteró el gobernante, tras alertar sobre la necesidad de unir también a la izquierda latinoamericana.

En ese sentido, el líder ecuatoriano adelantó que habrá más encuentros como el celebrado la semana pasada en Guayaquil con líderes de izquierda del continente como el expresidente de Uruguay José Mujica, el asesor de la presidencia de Brasil Marco Aurelio García y el politólogo argentino Atilio Borón, entre otros, para delinear estrategias.

Esa fue una primera reunión, vamos a seguir haciendo reuniones, y se va a elaborar un documento, (porque) así como la derecha se ha unido, la izquierda tiene que unirse, remarcó.