Guatemala, 5 abril (RHC) La cifra de personas fallecidas por la violencia en Guatemala ascendió a más de 1300 durante el primer trimestre del año, de acuerdo con un informe del Instituto Nacional de Ciencias Forenses.

En el texto, precisa ese organismo que los datos revelan un aumento de la criminalidad con respecto al igual período en 2015, y advierte que de continuar esa tendencia la nación centroamericana podría llegar a diciembre con una cantidad de homicidios superior a 5700.

También en el documento desmiente esa entidad estatal la supuesta reducción de la violencia este año, defendida por la Dirección General de la Policía Nacional Civil y el presidente guatemalteco, Jimmy Morales, pues recientes atentados a autobuses urbanos, locales de negocios y otros hechos delictivos provocaron un elevado número de víctimas.

Al respecto, emitió el Departamento de Estado norteamericano una alerta para todos los ciudadanos estadounidenses que residen en Guatemala con el fin de que se abstuvieran de viajar a algunas regiones, en particular al distrito de San Marcos, por el aumento de la violencia asociada al narcotráfico.

Mientras la Asamblea Social y Popular convocó a participar del 11 al 22 de abril en la Marcha por el Agua, por la Madre Tierra, por el Territorio y por la Vida en el Iximulew o Guatemala.

Representantes de las más de 80 organizaciones que conforman ese bloque social explicaron que el desfile saldrá de dos puntos del territorio el 11 de abril para converger en la Ciudad de Guatemala con el Tribunal por el Agua.

El primero de los grupos que participará en la protesta iniciará su recorrido desde la Costa Sur y el 13 de abril se unirá otra parte al movimiento que vendrá desde el Nororiente, los cuales saldrán desde diferentes localidades en esas regiones del país.

"El agua es un elemento de vida no una mercancía, por eso convocamos a todas y todos a defenderla. Agua para la vida, no para las empresas", afirmó la alianza en un comunicado.

El bloque está integrado por agrupaciones campesinas e indígenas, fundamentalmente provenientes de los pueblos originarios guatemaltecos, quienes constituyen más del 43 por ciento de la población y acorde con cifras estatales padecen los peores niveles de desnutrición crónica y pobreza.