La Habana, 15 abr (RHC) La FAO, Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, destacó que entre el año 1990 y 2014 ocurrieron en el Caribe 182 desastres naturales mayores, que afectaron a más de once millones y medio de personas.

En un comunicado, explica esa instancia de la ONU que en ese período los fenómenos climatológicos causaron 241 000 muertes y 16 700 millones de dólares en daños y pérdidas, con un grave efecto sobre la pesca, la agricultura, los bosques y la seguridad alimentaria.

Asimismo, precisa la FAO que junto a pequeños Estados insulares del Caribe desarrolla un nuevo programa para incrementar la capacidad de resistencia de los medios de vida en esos territorios, ante amenazas, crisis y el impacto del cambio climático en los sembrados.

En tal sentido, argumenta que esos países podrán fortalecer la gobernanza para la gestión de riesgo, reducir la vulnerabilidad a nivel local, y mejorar su capacidad de respuesta y mecanismos de monitoreo y evaluación de fenómenos naturales.

Hace unos días se divulgó que las lluvias en abril causaron la muerte a cuatro colombianos mientras unos cinco mil resultaron damnificados hasta hoy, en una temporada antecedida por una cruda época seca, acompañada de incendios forestales y desabastecimiento de agua.

Los deslizamientos de tierra e inundaciones son los principales efectos de las copiosas precipitaciones ocurridas en gran parte del territorio nacional, explicaron a la prensa autoridades de la Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres.

Varios departamentos permanecen alertas en previsión de riadas, entre ellos Cundinamarca, Chocó, Risaralda, Boyacá, Tolima y Nariño, dijeron.

Según expertos del Instituto de Meteorología e Hidrología (Ideam) el período lluvioso castiga ya con fuerza al país, tras una prolongada sequía acentuada por el fenómeno de El Niño u Oscilación del sur, ahora debilitado.

Luego de que finalice su influencia sobre Colombia, se espera la llegada de La Niña, probablemente en el tercer trimestre del año, asociada a otros eventos extremos como las inundaciones.

Abril y mayo son los meses cuando suelen ocurrir los aguaceros de mayor intensidad, comentó el director del Ideam, Omar Franco, quien advirtió que en algunas zonas como la costa caribeña escasean aún las precipitaciones.

Debido a las elevadas temperaturas, que en ciertos puntos rozaron los 48 grados Celsius y a la larga etapa seca, los incendios forestales devoraron más de 100 mil hectáreas cubiertas de bosques, cultivos y pastizales en 2015, en tanto este año arrasaron más de 60 mil, además de provocar estragos a la biodiversidad.

Osos perezosos, torturas terrestres y otros animales perecieron atrapados entre las llamas en distintos parajes, entre ellos algunos considerados santuarios naturales como la Sierra Nevada de Santa Marta, Reserva de la Biosfera.

Ese macizo, mayor formación montañosa litoral del planeta, abriga a la legendaria ciudad perdida construida por los indígenas tayronas varias centurias atrás.

Adicionalmente la carencia de lluvias puso en tensión al sector electroenergético pues el 64 por ciento de la generación nacional depende de las fuentes hídricas, simultáneamente más de 200 municipios sufrieron desabastecimiento de agua.