Buenos Aires, 29 abr (RHC) Miles de trabajadores de las cinco principales centrales sindicales de Argentina protagonizan una huelga general y movilizaciones en rechazo a las políticas de despido del gobierno de Mauricio Macri.
En Buenos Aires, frente al Monumento al Trabajo, se realiza la manifestación principal, en la cual participan más de 100 000 personas, mientras se replica la acción de protesta en otras provincias del país.
A las manifestaciones convocadas por los principales gremios argentinos también se sumaron movimientos sociales y políticos, y sectores independientes, que rechazan el aumento de la pobreza en la nación sudamericana, el incremento de tarifas en los servicios públicos, la inflación y las medidas de ajuste neoliberal.
Por otra parte, tras una reunión celebrada en la sede de la Unión del Personal Civil Nacional, emitieron los sindicalistas un documento en el cual manifiestan que si el Ejecutivo de Macri intenta vetar la Ley antidespidos que discute el Congreso, convocarán a una huelga general para el próximo mes.
Seis fueron las principales demandas que hicieron los millares de trabajadores que se movilizaron en las principales ciudades de Argentina al gobierno del presidente Mauricio Macri a quien le reclamaron por despidos y los ajustes económicos.
Aquí en Buenos Aires tuvo lugar una multitudinaria movilización hacia el Monumento "Canto al Trabajo" donde se instaló una tribuna desde la cual hablaron los líderes de las principales centrales sindicales del país.
En el inicio del acto esta tarde, el titular del gremio de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid leyó un documento consensuado entre las cinco federaciones obreras titulado "Unidad para la Justicia Social" y en el que centraron sus demandas en seis puntos.
El primero de ellos fue, "atento a la caída del empleo", respaldar la votación de la ley de "emergencia ocupacional", que ya tiene media sanción del Senado y que la semana próxima se tratará en la Cámara de Diputados.
El segundo punto critica "el incumplimiento de las promesas de campaña" de Mauricio Macri sobre el "impuesto al trabajo" y subraya que "el salario no es ganancia".
Como tercer reclamo, los sindicatos exigen "la universalización de las asignaciones familiares", y en el cuarto "la plena vigencia del 82 por ciento móvil para los jubilados y una solución integral de la problemática previsional".
Los firmantes de la declaración sindical reclaman como quinto punto al Ejecutivo cumplir con "el respeto al pleno derecho de huelga sin ningún protocolo de seguridad".
Esa demanda se refiere a un plan de acción elaborado por el ministerio que encabeza Patricia Bullrich y que da carta blanca al accionar policial durante las protestas sociales.
El último pide "la no intromisión de ningún organismo externo en la vida de los sindicatos".
Schmid sostuvo que el documento es "un llamado de atención a las fuerzas políticas para que asuman estos problemas", también "al Gobierno, que debe hacer anuncios concretos" para salir de la crisis y resaltó la "unidad sindical ante la gravedad de la situación".
Además, demandaron al Poder Ejecutivo que "informe cuál es el plan anti-inflacionario tan anunciado (en los últimos cuatro meses) y cuáles son los instrumentos" que se van a aplicar para ponerlo en marcha.
"No podemos dejar cuentas pendientes" ni seguir apelando a "la herencia recibida. La justificación de que la culpa está en el otro, no nos sirve", remarcan los dirigentes sindicales que rubricaron la declaración.
El texto destaca, además, que "el movimiento obrero organizado se moviliza por primera vez unificado en mucho tiempo" en una acción en la que "todas las expresiones gremiales actuaron en conjunto".
Lo hicieron -prosiguió Schmid- porque "el pueblo sigue con inocultable preocupación la evolución de las medidas económicas aplicadas" por el gobierno de la alianza Cambiemos, que aceleraron la inflación y el "traslado del costo (de la crisis) sobre las espaldas de los trabajadores".
"Creemos que (estas políticas) son el regreso de recetas que tuvieron tristes consecuencias", sostiene el documento y exhorta a que "las soluciones no se dejen libradas al mercado o al derrame".
"¿Quién se beneficia con esto?" -cuestiona el documento y responde- "Las empresas monopólicas de algunos sectores y el sector financiero. La sola herramienta de la discusión paritaria para actualizar el salario ya no basta para sostener la igualdad", concluye.
Al hablar ante la multitud Hugo Yaski, secretario general de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), dijo que movilizaciones con igual contenido tenían lugar en las principales ciudades del país.
El gremialista docente sostuvo que "el Gobierno decidió trasladar el costo de su política sobre los trabajadores".
La movilización en la que fuentes gremiales calculan participaron en Buenos Aires 350 mil afiliados fue convocada por las cinco centrales sindicales por el Día del Trabajador, que será el domingo, en una muestra que se encaminan por el sendero de la unidad.
Los manifestantes reclamaron acabar con los despidos, la reincorporación de los echados, una emergencia ocupacional para proteger los puestos de trabajo, incremento del 82 por ciento móvil para jubilados y la eliminación del impuesto a las ganancias sobre los salarios, entre otros pedidos.
Las políticas de ajuste del gobierno de Macri que provocaron una caída del salario real, lograron que las diferentes corrientes sindicales depongan sus diferencias y marcharon hoy por primera vez unidas al Monumento al Canto al Trabajo en la intersección de las avenidas Independencia y Colón.
Fue convocada por los tres segmentos de la Confederación General del Trabajo, CGT Azopardo, CGT Alsina y CGT Azul y Blanca, y las dos alas de la Central de Trabajadores de Argentina, CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma.
Los secretarios generales de cada una de ellas encabezaron sus bloques y hablaron a la multitud, excepto el empresario gastronómico Luis Barrionuevo, líder de la CGT Azul y Blanca, quien optó por bajarse a última hora con el pretexto que participaban agrupaciones que apoyaron al anterior gobierno.
Posteriormente, el canal A24 dijo que Barrionuevo quien en los años de 1990 apoyó el neoliberalismo, almorzará el domingo con el hoy criticado mandatario.
En el inicio del acto, el titular del gremio de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid, leyó un documento consensuado entre las cinco centrales obreras titulado "Unidad para la Justicia Social" y en el que centraron sus demandas en seis puntos.
Hugo Moyano, cabeza de la CGT Azopardo, se quejó de que la administración Macri "tarda demasiado en proteger a los más vulnerables", y exigió "medidas para favorecer a un gran sector de la sociedad en forma inmediata".
Hizo referencia así a que el Ejecutivo apenas asumió le sacó los impuestos y las retenciones a los poderosos productores agrícolas, a las empresas exportadoras, a las compañías mineras y abrió el mercado a las importaciones, lo cual -opinó- "era innecesario", y criticó que "no se acuerda de los trabajadores ni de los jubilados".
Moyano quien acompañó y apoyó a Macri durante la campaña electoral ahora le reprochó no haber cumplido sus promesas antes de señalar que "no somos enemigos del Gobierno, pero sí de sus políticas", y le sugirió al Presidente a no guiarse por asesores tecnócratas y escuchar a los gremios.
Al cerrar su discurso, emplazó al Ejecutivo a no decir otras cifras de la inflación, que "es del 40 por ciento", remarcó.
En un duro discurso, Pablo Michelli, líder de la CTA de los Trabajadores, denunció que "las medidas del Gobierno le sacan un plato de comida a los trabajadores", mientras que Antonio Caló, el titular de la CGT Alsina, anunció la unificación de los tres segmentos de esa Confederación sindical el 22 de agosto.