Caracas, 2 may (RHC) El gobierno de Venezuela solicitó al Consejo Nacional Electoral participar en la revisión de las firmas recolectadas por la oposición para convocar un referéndum revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.
De acuerdo con el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, la dirigencia del Partido Socialista Unido de Venezuela participará en la transcripción, auditoría y análisis de todos los procesos relacionados con esa supuesta activación de la consulta, pues recordó que en 2004 la oposición falsificó firmas para convocar un revocatorio contra el entonces primer mandatario Hugo Chávez.
Jorge Rodríguez, jefe de la comisión encargada de revisar las rúbricas, informó también que las autoridades venezolanas solicitarán de forma cautelar todas las medidas establecidas en la Constitución y las leyes para defender el trabajo del Consejo Nacional Electoral, ante las críticas desmedidas y acciones violentas de la oposición.
Al respecto, explicó que esas medidas buscan contrarrestar el doble juego de la oposición, a la cual acusó de tener una fachada democrática para disimular sus intenciones golpistas.
Mientras el periodista venezolano, José Vicente Rangel destacó la gestión del presidente de ese país, Nicolás Maduro, a favor del pueblo ante los efectos de la crisis económica mundial, y la arremetida de la oposición que amenaza con sacarlo del poder.
En su columna semanal El Espejo resalta el ex viceprimer mandatario de la nación sudamericana la importancia de la oposición en la democracia, y lamenta que con el ascenso al poder del fallecido jefe de Estado Hugo Chávez en 1999, no se haya contado con una oposición responsable, seria y eficaz en el ejercicio de sus funciones.
Al respecto, enfatiza en las dificultades para gobernar con una Asamblea Nacional que ignora la Constitución y la institucionalidad democrática, con el objetivo de entorpecer las labores del Ejecutivo.
José Vicente Rangel también se refiriere en su texto a los vínculos entre la derecha y las fuerzas armadas de Estados Unidos, que mantiene una actitud injerencista contra Caracas, y afirmó que la política exterior de la Casa Blanca está relacionada con los actuales altibajos de la izquierda en América Latina.