Naciones Unidas, 3 may (EFE).- El Consejo de Seguridad de la ONU llamó la atención sobre el aumento de los ataques contra hospitales y personal médico en los conflictos armados y exigió que cesen y se persiga a los responsables.
Un texto al respecto fue impulsado por España, Uruguay, Nueva Zelanda, Egipto y Japón y su adopción llega solo unos días después de que un bombardeo sobre un hospital de la ciudad siria de Alepo dejara medio centenar de muertos.
El incidente fue solo uno más de los muchos de ese tipo registrados en Siria -donde según la ONU al menos 730 trabajadores sanitarios han sido asesinados desde que comenzó la guerra- y en otros conflictos armados. "Los ataques intencionados y directos sobre hospitales son crímenes de guerra", recordó el secretario general de la organización, Ban Ki-moon.
"Cuando llamados ataques quirúrgicos terminan golpeando salas de cirugías algo está profundamente mal", insistió Ban en un discurso ante el Consejo de Seguridad.
La resolución aprobada este martes no introduce nuevas obligaciones jurídicas, sino que recuerda a las partes de los conflictos las numerosas normas que exigen la protección del personal y las instalaciones sanitarias.
El Consejo de Seguridad expresó en el texto su preocupación por el "número cada vez mayor" de ataques contra este tipo de objetivos y denunció la "impunidad generalizada" que disfrutan los responsables.
Por ello, exigió a los Estados que garanticen investigaciones adecuadas y a las partes de los conflictos que protejan los hospitales y permitan el movimiento de los médicos y otro personal sanitario.