N.Unidas, 6 may (RHC) El Secretario General de la ONU y el Alto Comisionado para los Derechos Humanos condenaron enérgicamente el bombardeo de dos campamentos de desplazados en Siria y advirtieron que podría tratarse de un crimen de guerra.
Los ataques perpetrados cerca de la forntera con Turquía, causaron la muerte de cerca de 30 civiles, entre ellos varios niños y dejaron decenas de heridos, según informes preliminares aportados por personal de emergencia.
En un comunicado, Ban Ki-moon urgió al Consejo de Seguridad de la ONU a recordar a todas las partes del conflicto que los responsables de ese tipo de atrocidades deberán rendir cuentas, y le pidió referir el caso de Siria a la Corte Penal Internacional (CPI).
Por su parte, el Alto Comisionado, Zeid Ra’ad Al Hussein, afirmó que su Oficina, en coordinación con otras organizaciones, hará todo lo posible por investigar y encontrar evidencias de lo que parece ser un crimen de guerra calculado e infame contra un grupo de personas en total vulnerabilidad.