S.José, 7 may (RHC-PL) Costa Rica intensificó la vigilancia policial en la frontera sur con Panamá para impedir el ingreso de migrantes irregulares y apuntó que siguen en funcionamiento los centros de detención creados para esas personas.
En un comunicado de prensa, el gobierno costarricense insiste en que el territorio nacional no es un puente de paso hacia Estados Unidos de migrantes en condición irregular y que la frontera con Nicaragua sigue cerrada para estas personas.
El texto añade que la policía costarricense mantiene e intensifica su presencia en esa zona para garantizar el respeto a los procedimientos migratorios y el paso legal de las personas por los puestos fronterizos.
Por su parte, el ministro de Comunicación, Mauricio Herrera, sostuvo que su país mantendrá el respeto a la legalidad y a los derechos humanos, pero debe quedar claro que Costa Rica no es un paso de personas para tratar de ingresar ilegalmente a otros países.
La información oficial precisa que funciona un espacio de atención humanitaria para migrantes irregulares en el campo ferial de Paso Canoas, donde esas personas reciben un primer abordaje por parte de la Direccion General de Migracion, para determinar su situación migratoria.
Además, exalta, siguen funcionando los centros de Detención para migrantes irregulares adultos y de Atención para menores, familias y mujeres embarazadas, con el fin de cumplir la Ley de Migración y proteger los derechos humanos de esos individuos.
El gobierno tico decidió crear esas instalaciones ante la presencia de unos 700 migrantes irregulares extracontinentales (en su mayoría africanos y asiáticos) en el puesto fronterizo de Paso Canoas.