Caracas, 11 may (RHC) El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reiteró aquí que los planes desestabilizadores que pretenden socavar con golpes de Estado a los gobiernos progresistas y de izquierda de América Latina se gestan desde el imperialismo de Estados Unidos (EEUU).
"Desde Venezuela estamos absolutamente convencidos que es una corriente impuesta desde el imperio estadounidense, no tenemos ninguna duda", dijo el Presidente desde el Palacio de Miraflores, durante la transmisión de su programa En Contacto con Maduro, edición número 56, señala AVN.
El jefe de Estado ratificó el apoyo al pueblo de Brasil y a su presidenta, Dilma Rousseff, quien afronta actualmente pretensiones golpistas de la oligarquía de ese país, arremetida que forma parte de un plan orquestado desde la Casa Blanca.
Durante su programa, Maduro refirió que esta corriente desestabiliadora comenzó en junio de 2009, cuando el gobierno del entonces presidente de Honduras, Manuel Zelaya, fue blanco de un golpe de Estado apoyado por EEUU, en el que tuvo que ver la entonces Secretaria de Estado Hillary Clinton.
Posteriormente, en 2012, el presidente paraguayo ,Fernando Lugo, fue depuesto por un golpe parlamentario con el apoyo de Washington. A estas arremetidas se suman los constantes ataques e intentos de golpes blandos a los gobiernos de Ecuador, Nicaragua y Venezuela.
"Particularmente desde la partida física del Comandante Hugo Chávez (...) comenzó una arremetida total, brutal contra la Revolución Bolivariana y contra el Gobierno Bolivariano, revolucionario y constitucional que yo presido", detalló el primer mandatario.
El Presidente advirtió que estos ataques contra la autonomía de los pueblos y gobiernos progresistas se han refinado con el pasar de los años. "Hoy no se dan como antes con la fuerza, utilizando las fuerzas armadas, utilizando la Fuerza Armada como fuerza de ocupación de interna (...) hoy se dan con los medios de comunicación, con la justicia, con los parlamentos".
El juicio político contra Russeff, que comenzó el 17 de abril, tuvo un revés este 9 de mayo cuando el presidente interino de la Cámara de Diputados de Brasil, Waldir Naranhao, anuló la votación de los parlamentarios de la cámara baja. Pocas horas después, el presidente del Senado de Brasil, Renan Calheiros, dijo que continuaría el impeachment contra la primera mandataria, a pesar de la decisión tomada por su homólogo de la Cámara de Diputados.
Posteriormente, Naranhao, amenazado por su partido el conservador Partido Progresista, cambió radicalmente su postura inicial de frenar el proceso y volver a votarlo en la Cámara Baja. Así, este 11 de mayo el Senado deberá votar por mayoría simple, al menos 41 votos del total de 81 legisladores, si aprueba o no el juicio político.
"Yo sí creo que ha valido la pena la lucha y sí creo que vale la pena luchar siempre, siempre luchar en todas las circunstancia y estoy seguro que más temprano que tarde el pueblo brasileño tendrá un triunfo sobre estos sectores golpistas", expresó el Presidente venezolano durante el programa que se transmitió por VTV.