La Habana, 13 may (RHC) Autoridades, partidos políticos y centrales sindicales de varios países latinoamericanos expresaron su rechazo al juicio político contra la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.
En La Paz, denunció el Ministerio boliviano de Relaciones Exteriores que el proceso contra la primera mandataria de Brasil es una farsa jurídica y política de la derecha para desestabilizar los procesos democráticos en ese país y desconocer la voluntad del pueblo, expresada en el voto popular.
Por otra parte en Lima, advirtió el parlamentario peruano Manuel Dammert que el golpe de Estado contra Dilma Rousseff es una agresión a los pueblos, la democracia y la integración latinoamericana, mientras en Chile afirmaron miembros del Partido Comunista que sobre la base de acusaciones ilegales e injustificables se destituyó a la presidenta brasileña.
Asimismo calificó el Frente Amplio de Costa Rica el juicio político contra la jefa de Estado como una de las peores afrentas al pueblo brasileño.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, condenó el golpe parlamentario que enfrenta la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, luego de que el Senado aprobara el inicio de un juicio político en su contra.
"Hermana Presidenta @dilmabr sentimos la misma indignación que usted y su pueblo frente al golpe congresal y judicial", escribió Evo en su cuenta de Twitter.
Un comunicado del Gobierno boliviano señala que el proceso de destitución presidencial contra Dilma, en base a una farsa jurídica y política, pretende desestabilizar la democracia y desconocer la voluntad de los pueblos expresada en el voto popular.
Esto demuestra una intención de desconocer los 54 millones de votos que llevaron a Dilma Rousseff a la presidencia, señala el texto.
También formaciones políticas en Honduras condenaron de forma enérgica el golpe parlamentario contra la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, orquestado por la derecha de ese país para destituir a la mandataria.
El presidente del Partido Libertad y Refundación (Libre), Manual Zelaya, expresó en un comunicado que ese organismo exige la restitución inmediata en el cargo de Rousseff, como legítima gobernante del gigante sudamericano.
Tras manifestar que el pueblo brasileño debe defender sus conquistas socialistas y democráticas, el líder de Libre señaló que las fuerzas defensoras de la democracia en este continente deben alertar a la comunidad internacional y a nuestros pueblos sobre la ofensiva conservadora en América Latina.
Significó en ese sentido, que tal despliegue pretende restaurar el modelo de despojo y saqueo "con que han reprimido y empobrecido por décadas a nuestras naciones".
El diputado ante el parlamento de Honduras exigió también el cese de la monstruosa conspiración de la derecha internacional contra gobiernos progresistas en la región, en contubernio con los halcones de Washington, difundió el diario digital La Tribuna.
Por su parte, el Partido Comunista de Chile (PCCh) afirmó que sobre la base de acusaciones falsas, injustificables en el plano democrático, se ha destituido temporalmente a la presidenta del Brasil, Dilma Rousseff.
En un comunicado de prensa, la organización, que forma parte de la coalición de Gobierno Nueva Mayoría de Chile, apuntó que los mismos parlamentarios acusados y varios procesados por tribunales de justicia por corrupción, encabezan el caso.
Asimismo, señaló que Unasur, el secretario general de la OEA y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, entre otros, han considerado totalmente infundado y carente de razones jurídicas este fraudulento proceso.
"Dilma Rouseff no está involucrada en ninguna de las acusaciones que se han formulado por corrupción. Al contrario, ella promovió diversas investigaciones que involucraron a muchos de los parlamentarios que hoy dirigen el golpe institucional", sentenció.
Más adelante el PCCh subrayó en la nota que "la acusación que trata de sustentar esta cínica operación, es un supuesto manejo del gobierno de Dilma, del presupuesto y el déficit fiscal del año 2014".
En ningún país democrático este argumento, absolutamente falso además, puede sostener la destitución de una Jefa de Estado, acotó, antes de añadir que "en Brasil se ha violado el estado de derecho democrático".
La organización expresó al mismo tiempo su solidaridad con Dilma Roussef, "de una impecable y larga trayectoria de luchadora social"; con el Partido de los Trabajadores del Brasil; con el Partido Comunista y el pueblo de esa nación.
Como en Paraguay, Honduras, como intenta en Venezuela, y se hizo antes en Ecuador y Bolivia, el imperialismo norteamericano y grupos transnacionales de gran poder imponen la receta de destituir gobiernos democráticos y progresistas, precisó.
Finalmente, manifestó el respaldo a la declaración de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, respecto a la figura de Dilma; así como el texto formulado el Gobierno.