Moscú, 18 may (RHC) El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia exigió a Turquía probar ante el Consejo de Seguridad de la ONU que no apoya a los grupos terroristas en Siria.
Mediante un informe presentado en su página web oficial, el jefe de la democracia rusa, Serguei Lavrov, denunció que existe una sección de la frontera siria controlada por agrupaciones del autodenominado Estado Islámico y por las fuerzas turcas de seguridad.
Criticó el titular que Ankara facilita las rutas del contrabando de armas para los yihadistas, pese a reconocer que en la actualidad la escala de esa actividad ilícita se ha reducido.
A inicios de diciembre pasado la cancillería rusa presentó ante cerca de una centena de periodistas nacionales y extranjeros materiales documentales, videos, gráficos y fotos satelitales sobre el tráfico de petróleo de los extremistas desde Siria hacia Turquía por el norte, el oeste y el este.
Por su parte el Consejo de los Muftíes de Rusia anunció la creación de un comité de lucha contra el extremismo y el terrorismo en consonancia con la doctrina nacional antiterrorista, pero en defensa de la comunidad musulmana.
La oficina de prensa del principal Muftí y líder espiritual de los musulmanes (unos 20 millones), Ravil Gainutdín, explicó que la nueva estructura tendrá a su cargo la elaboración de una ideología y estrategia para afrontar manifestaciones y actos extremistas y de radicalismo.
Se busca una aglutinación de la comunidad musulmana en Rusia en torno a una concepción única en la lucha contra el terrorismo, sostiene la fuente del Consejo de Muftíes, cuyos líderes reiteraron el apego a la paz y la concordia interétnica y confesional.
Con ese paso, el liderazgo musulmán toma de nuevo distancia de los elementos extremistas que en tergiversación de los fundamentos del Islam propalan una guerra santa contra otras civilizaciones y religiones.
El presidente, Vladimir Putin, alertó al respecto durante la ceremonia de reapertura de la Mezquita Mayor de Moscú en septiembre de 2015 que la ideología del Estado Islámico -considerada una organización terrorista en Rusia- se construía sobre la mentira en franca tergiversación del Islam, y llamó a combatir de manera aunada a ese enemigo común de la humanidad.
Afirmó que esa estructura extendida en Iraq y Siria intenta reclutar adeptos en el país euroasiático, pero reconoció los esfuerzos y la valentía de los líderes de la comunidad musulmana por contrarrestar la propaganda extremista.