Lima, 8 jun (RHC) Partidarios de los candidatos a la presidencia de Perú divulgaron que los aspirantes, y sus partidos, reconocerán el resultado final que emita la Oficina Nacional de Procesos Electorales, el cual favorece en forma ajustada a Pedro Pablo Kuczynski.

El último informe de conteo de votos de esa entidad comicial asigna a Kuczinski 50 coma doce por ciento de respaldo, mientras a Keiko Fujimori 49 coma 87, una diferencia imposible de cambiar según las encuestas y analistas políticos, pues ya se han procesado más de 99 por ciento de las actas de votación.

De acuerdo con la Oficina Nacional de Procesos Electorales las boletas que faltan por contabilizar proceden del extranjero y el proceso de escrutinio de los votos podría concluir este jueves.

Mientras una comisión parlamentaria peruana abrió una investigación al polémico parlamentario Joaquín Ramírez, considerado uno de los responsables de la inminente derrota de la candidata presidencial peruana, Keiko Fujimori.

La pesquisa se debe a que Ramírez omitió en su declaración de bienes al parlamento que tiene dos millonarios departamentos en Miami, Estados Unidos, parte de los signos de riqueza por los que es investigado por la fiscalía peruana de lavado de activos y por la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA).

La omisión fue considerada una posible infracción al código de conducta de los parlamentarios por la comisión de Ética del Legislativo, que abrió la investigación y ante la cual el polémico personaje se declaró dispuesto a cualquier averiguación.

Las sospechas de lavado de dinero que pesan sobre Ramírez y la revelación de que la DEA lo investiga y los esfuerzos de elementos fujimoristas por desacreditar la denuncia, llevan al diario La República a señalarlo como principal culpable de la muy posible derrota de Fujimori en la reciente elección presidencial, a manos de Pedro Pablo Kuczynski.

Ramírez, sin trayectoria política y que se precia de haber llegado a millonario tras ser un humilde asistente de chofer de autobús, asumió en abril de 2014 la secretaría general del partido fujimorista Fuerza Popular, de la que tuvo que apartarse en mayo pasado a raíz de revelarse la indagación de la DEA.

Apenas ocho meses después de asumir ese cargo, el 9 de septiembre la fiscalía de lavado de activos le abrió una investigación por lavado de activos, sin que se afectara su importante posición en Fuerza Popular.

Por el contrario, continuó operando como brazo derecho político de Keiko Fujimori, a cuya disposición puso locales y automóviles, entre otros medios, para que los use en la campaña electoral.

Tampoco fue cuestionado por el partido y su jefa, Keiko Fujimori, cuando en mayo pasado un reportaje televisivo presentó a un informante de la DEA, Jesús Vásquez, quien reveló que la agencia norteamericana lo investigaba.

Vásquez también sostuvo que Ramírez le comentó que en 2011 lavó -introdujo en la economía legal- 15 millones de dólares que le entregó con tal fin Keiko Fujimori, quien lo negó y consiguió un escueto comunicado de la DEA de que ella no estaba siendo investigada, sin mencionar al secretario general de su partido.

Nuevas revelaciones de la prensa sobre la situación del parlamentario y dirigente lo obligaron a pedir licencia en el cargo de secretario general y fue reemplazado por el candidato de Fujimori a la vicepresidencia, José Chlimper.

La difusión de un audio adulterado en un programa de televisión de tendencia fujimorista que presentaba a Vásquez desmintiendo su denuncia previa, fue devastador para