Brasilia, 12 jun (PL) El presidente provisional de Brasil, Michel Temer, cumple hoy un mes de gobierno en las sombras ante el clima de repudio popular a su gestión, que le imposibilitó hasta ahora comparecer en cualquier acto público.
Así lo hizo notar en un comentario el diario digital Brasil 247, el cual recordó que durante las últimas semanas Temer fue objeto de protestas en todo el país, no solo en las calles, sino también mediante la ocupación de edificios públicos como consecuencia de las que catalogó como "medidas antipáticas" de su gestión.
Entre estas decisiones figuraron la exclusión de mujeres y negros en la composición de su gabinete; la extinción -luego reconsiderada por la presión de artistas, intelectuales y movimientos sociales- del Ministerio de Cultura; y la reducción en el presupuesto de recursos para la salud y la educación.
Esa última medida fue anunciada el 24 de mayo por el propio Temer, quien dijo enviaría al Congreso Nacional una propuesta de enmienda constitucional para sujetar los límites del gasto público al índice de inflación del año anterior.
Al respecto, y en declaraciones al portal Vermelho, el economista Guilherme Delgado subrayó que el hecho de no haberse hecho efectiva aún significa que se trató solo de "una expresión verbal sin contendido".
En realidad, es una medida completamente extraña desde el punto de vista presupuestario y todavía más para colocarla en la Constitución, que establece pisos de gastos para esos dos sectores por lo cual al colocarles un techo usted está dando otra connotación, subrayó.
A juicio de Delgado, la gestión Temer carece de un programa económico para el país; lo que tiene apenas es un discurso ideológico utilizado con la única finalidad de derrumbar el gobierno (de la presidenta constitucional Dilma Rousseff), pero que no funciona para gobernar.
En este primer mes de Temer todo está en compás de espera, excepto la mezquindad, señaló por su parte el editor del portal Tijolazo, Fernando Brito, quien al referirse a los reajustas de plantillas anunciados por el Ejecutivo interino para reducir gastos advirtió que estos solo tendrán un efecto meramente pirotécnico.
La Bolsa (de valores) y el dólar anduvieron "de lado", la salida de capital financiero aumentó mucho, llegando a más de 11 mil millones de dólares, y la inflación también creció, dijo.
De modo que, aparte de las declaraciones de optimismo y confianza, las únicas medidas tomadas por el gobierno de Temer para lograr la "salvación nacional" puede decirse que fueron las de cortar los viajes, la alimentación y hasta las posibilidades de hospedaje para la apartada presidenta Dilma Rousseff, deploró.
En el primer mes de su mandato interino, Michel Temer y su partido, el del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), estuvieron también todo el tiempo bajo la presión de la operación anticorrupción Lava Jato, como consecuencia de lo cual perdió dos ministros, incluido su principal articulador político, el senador Romero Jucá.
Jucá, quien funge como titular en funciones del PMDB, fue acusado por el procurador general Rodrigo Janot de pretender obstaculizar la marcha de Lava Jato al igual que el presidente del Senado Renán Calheiros y el ex mandatario José Sarney, líder histórico de los peemedebistas.