París, 28 jun (RHC) El Senado francés aprobó una versión más endurecida de un polémico proyecto de reforma laboral del gobierno con 185 votos a favor y 156 en contra.

En París adoptó esa cámara del parlamento un texto en el que se suprime el límite legal de las 35 horas semanales de trabajo, que pasa a 39 si hay acuerdo en cada empresa, cuyo documento analizará el 5 de julio venidero la Asamblea Nacional para definir o no su aprobación.

La votación de este martes en la capital francesa coincidió con una nueva jornada de manifestaciones bajo un fuerte dispositivo de seguridad donde agentes de la policía arrestaron a casi un centenar de personas con la justificación de que portaban objetos que podían ser utilizados como proyectiles.

El líder de la Confederación General del Trabajo, Philippe Martínez, anunció una nueva movilización para el 5 de julio venidero para exigir la retirada definitiva de la reforma laboral por considerar que favorece a los empresarios y daña los derechos de los trabajadores.

Por ese motivo al menos 24 personas fueron detenidas en París, donde tiene lugar bajo un fuerte dispositivo de seguridad, una manifestación contra un proyecto de reforma laboral del gobierno francés.

La prefectura de policía atribuyó los arrestos sobre todo al hecho de que se trata de individuos que llevaban objetos que podían ser utilizados como proyectiles durante la marcha.

Para el desfile fueron desplegados más de 2500 policías en un trayecto de 2,8 kilómetros.

Estamos más controlados que para entrar a un partido de fútbol, declaró a medios de prensa el líder de la Confederación General del Trabajo, Philippe Martínez.

Recalcó que la opinión pública es ampliamente desfavorable al texto, al tiempo que anunció una nueva jornada de acciones para el 5 de julio.

Hicimos propuestas concretas al gobierno y esperamos respuestas del primer ministro (Manuel Valls) y de la titular de Trabajo (Myriam El Khomri).

El secretario general de Fuerza Obrera, Jean-Claude Mailly, advirtió de que si el presidente Fran ois Hollande sigue adelante con el texto del proyecto de ley sin modificarlo, las protestas se reanudarán en septiembre, después de las vacaciones de verano.

Entretanto, el gobierno insiste en que irá "hasta el final" con dicho plan, cuyos detractores afirman que se trata de una iniciativa que favorece a los empresarios y daña los derechos de los trabajadores, al dar a los primeros mayores poderes en materia de organización del tiempo de trabajo y de despidos.

Las manifestaciones de este martes en varias ciudades del país coinciden con la votación del texto en el Senado.