La Habana, 29 junio (RHC)- La operación conjunta Mesoamérica desarticuló de forma simultánea una red de tráfico de migrantes en Panamá, Costa Rica, Guatemala, Honduras y El Salvador, informó el Ministerio Público panameño.
En ciudad Panamá se detuvieron a dos colombianos considerados cabecillas de la organización criminal, quienes vivían en un lujoso edificio de una zona residencial pero utilizaban para sus víctimas un discreto hospedaje en una barriada pobre, el cual fue allanado, según la fuente.
El fiscal especializado contra la delincuencia organizada, Rafael Baloyes, informó a periodistas que también aprehendieron a cinco panameños, mientras se investigan a otras siete personas presuntamente vinculadas a la red.
Los sospechosos locales cumplían funciones logísticas de transporte, alojamiento y alimentación, mientras que vecinos del lugar donde pernoctaban los migrantes ilegales aseguraron a medios locales que los grupos, compuestos en su mayoría por africanos y asiáticos, transitaban por la zona sin interferencias de las autoridades.
"Estas personas entraban a Panamá por la provincia de Darién, proveniente de Colombia, donde ingresaban por mar o por tierra, y desde Panamá comenzaba el recorrido hacia los Estados Unidos", señaló el MP en un comunicado.
La red los trasladaba hasta la frontera con Costa Rica en líneas regulares de autobuses, y "en ese país otro enlace que le seguía dando la logística hasta llevarlo a los otros países centroamericanos, donde posteriormente llegaban a México, para finalmente ingresar" por la frontera sur estadounidense, aseguró el texto.
Paralelamente, colaboradores de la Fiscalía capturaron en la frontera a un costarricense, quien se encargaba de recibir a los viajeros y pasarlos a territorio tico.
La operación, realizada en la madrugada del martes, es consecuencia de una investigación compleja desde el mes de enero, con seguimientos y vigilancias a la red, la cual le ocuparon facturas, recibos, dispositivos tecnológicos y dinero en efectivo, señaló el MP.
Mientras, el diario La Prensa publicó que en total capturaron a 25 sospechosos en los cinco países donde se hizo el operativo policial.
Las autoridades panameñas sospechan que la red movilizó parte de los 600 migrantes extracontinentales devueltos en abril pasado por las autoridades de Costa Rica a Paso Canoas, en la frontera con Panamá, luego de descubrirse que viajaban indocumentados o sin salvoconductos, publicó la fuente.
Existe sospechas de que se vinculaba a miembros del clan Úsuga, banda criminal colombiana ligada al tráfico de drogas, indocumentados y a la trata de personas, y considerada la más grande y mejor organizada de su país.
Dicho grupo opera en la región de Urabá y el Pacífico de Colombia.