La Habana, 3 julio (RHC)- La alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz Soto, y el senador Thomas Rivera Schatz rechazaron la colaboración con la junta de control fiscal que Estados Unidos impondrá al gobierno puertorriqueño.
Los 7 miembros de la junta de control fiscal, que tendrá un poder omnímodo sobre el gobierno de Puerto Rico, serán designados por el Congreso y el Presidente de Estados Unidos, lo que remarca el carácter colonial del Estado Libre Asociado, establecido como gobierno propio en 1952.
Carmen Yulín argumentó que ningún puertorriqueño debe servir en esa junta, que es dictatorial y opresiva al pueblo de Puerto Rico, y manifestó que, contrario a lo que informan los medios de comunicación estadounidenses, la legislación Promesa no representa un rescate financiero para la Isla, con una deuda pública de 70 000 millones de dólares.
Rivera Schatz destacó que, cualquier puertorriqueño que acepte un nombramiento en la junta federal de control fiscal haría un mal servicio al pueblo de Puerto Rico, además de prestarse al juego colonialista del liderato republicano y demócrata en el Congreso y la Casa Blanca.