Washington, 7 jul (RHC-PL) El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, admitió que las crecientes muertes de afroamericanos a manos de la policía constituye un problema severo, contra el cuál es preciso actuar.

El primer mandatario estadounidense calificó de "trágicas" las muertes de Alton Sterling la víspera y de Philando Castile este jueves, ultimados ambos por la policía aparentemente por miedo o prejuicios raciales.

Sterling fue ejecutado en el piso por policías que lo detuvieron mientras vendía discos afuera de una tienda en Louisiana, en tanto a Castile le disparó un agente en Minnesota mientras intentaba sacar su billetera para mostrar su identificación.

Obama negó que sean incidentes aislados y pidió al Departamento de Justicia investigarlos a partir del presupuesto de que existe un problema, sin que ello menoscabe el respeto que siente por los defensores del orden público.

"Admitir que tenemos un serio problema no contradice nuestro respeto por quienes arriesgan sus vidas para protegernos cada día, pero debemos acabar con el concepto de una policía racista", señaló el Presidente.