La Habana, 25 agosto (RHC)- El cierre de la cárcel en la base de Guantánamo vuelve hoy al debate político en Estados Unidos, pocos meses antes de las presidenciales de noviembre y del fin del mandato del presidente Barack Obama.
En su campaña para los comicios de 2008, Obama prometió cerrarla, pero le fue imposible hacerlo, ante la fuerte oposición de los republicanos en el Congreso y otros grupos conservadores en la sociedad norteamericana.
A poco menos de dos meses de las elecciones del 8 de noviembre, en las que se decidirá quién relevará a Obama en enero de 2017, existen criterios encontrados acerca de la posibilidad de que el jefe de la Casa Blanca logre su propósito en los pocos meses que le quedan en su cargo.
En ese sentido, un editorial del diario The New York Times señala este jueves que todo parece indicar que el gobernante terminará su mandato sin lograr su objetivo de cerrar lo que para él constituye un insulto a la Constitución y a los valores de los estadounidenses.
Sin embargo, el rotativo reconoce que Obama logró reducir el número de detenidos allí y ahora solo quedan 61, de un total de 780 que hubo en los primeros meses de su apertura en enero de 2002.
El Pentágono anunció a principios de agosto el traslado de 15 reos a los Emiratos Árabes Unidos, lo que constituyó la mayor transferencia de reclusos de dicha penitenciaría hasta la fecha.
La publicación recuerda que la candidata demócrata Hillary Clinton y su rival republicano Donald Trump, tienen posiciones opuestas en cuanto a esta penitenciaría.
La exsecretaria de Estado quiere cerrarla, lo que el Times califica de positivo, mientras Trump dice que la mantendrá abierta, aumentará sus capacidades e implementará interrogatorios mucho peores que los aplicados allí por la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Por otra parte, el vicepresidente Joseph Biden, aseguró hoy en una conferencia de prensa en Suecia, que el centro de detenciones en Guantánamo se cerrará antes de que Obama salga de la Oficina Oval en enero próximo, aunque el alto funcionario no abundó en detalles sobre el basamento de sus expectativas.
Al debate general sobre el tema se unió un informe reciente publicado por el sitio digital The Intercept, que reveló los vínculos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) con las torturas en la cárcel de la base de Guantánamo.
Los 166 textos forman parte de un volumen considerable de archivos filtrados por Edward Snowden, un exanalista de la NSA, ahora refugiado en Rusia, que explican la forma en que los empleados de dicha entidad de inteligencia trabajaron con el Departamento de Defensa, la CIA e interrogadores del FBI para evaluar y explotar la información que facilitaban los prisioneros en Guantánamo.
Desde el año 2002, la Casa Blanca mantiene un centro de internamiento en esa instalación militar, ubicada en territorio cubano desde hace más de un siglo contra la voluntad del pueblo y Gobierno de la isla caribeña.
(PL)