La Habana, 26 oct (RHC) Los jóvenes cubanos reunidos en la Universidad de la Habana siguieron minuto a minuto, los debates de la Asamblea General de la ONU y festejaron la aplastante derrota moral y política infligida por el mundo al genocida bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra la Isla.
Como un triunfo de la razón, la justicia y, sobre todo, de la lucha, la voluntad de resistir y el espíritu indoblegable del pueblo cubano y de la solidaridad mundial, juzgaron ese voto en abstención de la delegación norteamericana al proyecto de resolución "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba.
Cuba, Cuba, Cuba, coreó insistente una multitud de pioneros y estudiantes universitarios y del nivel medio superior de enseñanza, que a una pantalla gigante se asomó para escuchar a cada orador y aplaudir, entusiasta, intervenciones como las de Bolivia, Venezuela, Ecuador, Nicaragua y, por supuesto, la del Canciller Bruno Rodríguez Parrilla.
Ahí estaban, levantando en alto el pulgar, en señal de alegría y victoria, Chanely, David, Beatriz y otros alumnos de la Escuela Primaria Adalberto Gómez Núñez, en el municipio habanero de Plaza de la Revolución.
Y estaban, también, muchos estudiantes de preuniversitario, de la enseñanza técnica y profesional y de la propia Universidad de La Habana -la más antigua de Cuba- aplaudiendo delirantes una victoria que es suya y de todos, y agradeciendo el apoyo incontestable del mundo.
También los estudiantes de la Facultad de Estomatología de la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara destacaron la aprobación en Naciones Unidas, del proyecto de resolución Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos.
Entre cantos, poemas y encendidas intervenciones los jóvenes subrayaron, que por vigésimo quinta ocasión consecutiva, la comunidad internacional se pronunció contra el brutal cerco que el imperio norteamericano aún mantiene contra la Isla, ahora sin votos en contra.
En Camagüey, el abogado Alfredo Soler del Sol, consideró como una victoria moral y jurídica de Cuba, y un singular revés en el cual ni siquiera votaron en contra el promotor del bloqueo y su aliado histórico
Profesor de Derecho Internacional Privado y Derecho Económico en la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz, subrayó que la creciente condena anual adquirió un nivel inesperado y sin precedentes, pues registró 191 votos a favor, ninguno en contra, y dos abstenciones, las de Estados Unidos e Israel.
El Gobierno norteamericano, apoyado por el ejecutivo israelí, admite públicamente la ilegalidad de su política hacia la Isla, pero ello resulta contradictorio porque el asedio sigue en pie, no obstante las acciones aplicadas para amortiguarlo, añadió.
Bloquear a cualquier país constituye un acto de guerra, según la Conferencia Naval de Londres, realizada en 1908, precisó el interlocutor, un joven quien es además juez profesional suplente del Tribunal Provincial Popular de Camagüey.
Puntualizó que resulta igualmente un crimen internacional de genocidio, de acuerdo con la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio, aprobada en 1948 por la Asamblea General, el máximo órgano de la ONU.
Ni siquiera es legítimo el embargo, como el Gobierno norteamericano denomina a su postura económica, financiera y comercial hacia Cuba, subrayó el jurista Soler.
Recordó que el bloqueo perjudica también a los propios Estados Unidos de América, y al respecto tiene uno de sus impactos en la Ley de Empresas de esa nación, pues impide las normales relaciones bilaterales.
Hoy se efectuó en la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz un acto en el cual alumnos y trabajadores celebraron el triunfo de Cuba en la ONU, y condenaron una fracasada política implantada en 1962 y con 54 años de vigencia.
