La Habana, 11 ene (RHC) John McCoollogh, director Ejecutivo del Servicio Mundial de Iglesias, insistió en la capital cubana en la necesidad de poner punto final al bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos a la mayor de las Antillas desde hace más de 50 años.

En declaraciones a Prensa Latina, el líder religioso destacó los avances en poco más de dos años de reiniciados los vínculos entre las dos naciones aunque, advirtió, todavía falta mucho por hacer.

“Nosotros como religiosos tenemos el compromiso de hacer comprender al Congreso de mi país la necesidad de eliminar el bloqueo, para que haya más libertad de movimiento entre los pueblos de Cuba y Estados Unidos y que ese contacto permita un aumento de su calidad de vida”, señaló McCoollogh.

Asimismo, el reverendo estadounidense aseguró que el proceso de acercamiento en las relaciones diplomáticas entre ambas naciones es fruto también del trabajo del Consejo de Iglesias de los dos países a través de los años.

Agregó que para llegar al momento actual prevaleció el diálogo racional y respetuoso entre las partes que superó el pasado en pos de un mundo de paz.

McCollogh afirmó que los religiosos, a través de la palabra, pueden llegar al corazón, a las mentes y a la imaginación de los pueblos de otra manera y no solo con el lenguaje político, de forma tal que puedan tener una visión más amplia de la realidad.

“Creo que las condiciones están dadas para logra un mayor acercamiento entre nuestros pueblos. Particularmente admiro a los cubanos, por su solidaridad, educación y sobre todo, por esa fortaleza que tienen para encarar la vida y los retos que ésta les presenta”, sostuvo el Reverendo.

McCollogh y la delegación que encabeza finalizarán su vista el próximo viernes, luego de reunirse con autoridades eclesiásticas y gubernamentales del país.

Esta visita, dijo, “es más bien de exploración, pues conversaremos con nuestros hermanos en aras de hallar puntos comunes para desarrollar”, precisó.

El Servicio Mundial de Iglesias emprendió como parte de su agenda proyectos humanitarios en los que sobresale la lucha contra el hambre, la ayuda en caso de desastres, la defensa del ecosistema, esquemas para prevenir enfermedades como el Sida, entre otros proyectos comunitarios.