La Habana, 20 abr (RHC) Un aparatoso despliegue policial de «hienas» armadas hasta los dientes, al mando del sanguinario coronel Esteban Ventura Novo, acabó con la vida de cuatro jóvenes indefensos. Pero el ejemplo de Fructuoso Rodríguez Pérez, Juan Pedro Carbó Serviá, Joe Westbrook Rosales y José Machado Rodríguez, los mártires de Humboldt 7, se agigantó en la generación de su época y en la que, año tras año, evoca su historia.
Los más nuevos jamás olvidan el sacrificio, la entrega y el extraordinario ejemplo de muchachos como ellos, que estuvieron a la altura de su tiempo, al responder al llamado de una Cuba víctima de la dictadura de Fulgencio Batista. Fieles a sus tradiciones de lucha volverán este jueves a la capitalina calle Humboldt, específicamente a la entrada del edificio, donde los esbirros asesinaron, aquel 20 de abril de 1957, a los jóvenes revolucionarios, delatados por el traidor Marcos Rodríguez.
En el homenaje participarán familiares de los caídos y combatientes del Directorio Revolucionario, junto a una representación de estudiantes de la capital, quienes también llegarán al Mausoleo a los Mártires del 13 de Marzo, de la Necrópolis de Colón, donde reposan los restos de esos y otros protagonistas del ataque al Palacio Presidencial y la toma de la emisora Radio Reloj, informa Juventud Rebelde.
Se recordarán así los 60 años de uno de los crímenes más escandalosos de la Cuba de entonces. Fructuoso, Machadito, Carbó y Joe entraron al altar de la Patria al escoger el duro camino del deber, en una sociedad que exigía un cambio revolucionario para zafarse de las humillantes cadenas de la tiranía y la dependencia, conquistar la dignidad y transformar el dominio de unos pocos en el bienestar de muchos.