Bruselas, 20 jun (RHC) La comisión de Asuntos Exteriores de la Eurocámara reafirmó este martes el acercamiento entre la Unión Europea y Cuba, plasmado en diciembre en un nuevo marco diplomático, a pesar de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, frenara la política de deshielo de su predecesor Barack Obama.
Por 57 votos a favor, nueve en contra y dos abstenciones, los eurodiputados dieron su visto bueno al acuerdo con Cuba, cuya firma en 2016 puso fin al anterior marco de relaciones, la llamada Posición Común de 1996 que vinculaba la cooperación europea a las “mejoras de los derechos humanos”, informa la AFP.
Antes de su entrada en vigor provisional, a la espera de un largo proceso de ratificación por los parlamentos de los países europeos como ya han cumplido Estonia y Hungría, el pleno de la Eurocámara debe ratificarlo. La votación está prevista en julio venidero en Estrasburgo (noreste de Francia).
El proceso de ratificación parlamentario se produce en un momento de tensión entre Washington y La Habana, después que Trump dejara sin efecto algunos aspectos del histórico acercamiento anunciado a finales de 2014 por el presidente cubano, Raúl Castro y su entonces par estadounidense, Barack Obama.
El trámite parlamentario en Europa tampoco estuvo exento de tensión, con algunos grupos de la Eurocámara, especialmente liberales y conservadores, presionando por la adopción de un lenguaje más duro con La Habana respecto a los derechos humanos y las libertades públicas.
Para allanar el camino, los parlamentarios decidieron adoptar una resolución, que acompañará al acuerdo, pero no formará parte de él y que debe recoger compromisos específicos en derechos humanos, según su ponente, la eurodiputada Elena Valenciano.
Esta resolución, cuyo texto final todavía no se hizo público, tuvo menos apoyo en la comisión de Asuntos Exteriores, que lo aprobó por 45 votos a favor, 16 en contra y 6 abstenciones.
La Unión Europea se encamina así a la reanudación completa de sus relaciones con Cuba antes que Estados Unidos, máxime cuando las empresas extranjeras no quieren perder el tren de la apertura iniciada por el presidente Raúl Castro.