La Habana, 26 ago (RHC) Más de 8500 menores han sido operados con éxito para corregirles una cardiopatía congénita en el Cardiocentro Pediátrico William Soler de La Habana, expresó el responsable del Departamento de Docencia e Investigaciones, doctor Jesús Francisco Carballés.

El destacado profesor e investigador explicó que gracias al programa de rehabilitación que realiza el centro, solo el uno coma siete por ciento de los pacientes no han logrado incorporarse al trabajo o el estudio.

Fundado el 26 de agosto de mil novecientos 86 por el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, esa institución expone notables resultados en beneficio de la salud de los infantes cubanos quienes reciben estos complejos tratamientos sin costo alguno.

Por su parte, el doctor Carlos García Guevara, Coordinador Nacional del Programa de Diagnóstico Prenatal de Cardiopatías Congénitas, explicó a la prensaque ello se debe a la labor mancomunada de genetistas, cardiólogos, pediatras, ginecólogos y otros especialistas, que se desarrolla desde los municipios.

Cada día esos resultados en el 'William Soler' son mejores, gracias al trabajo conjunto del Programa Materno Infantil, de la Red de Genética Médica y de la Red Cardiopediátrica que lidera esa institución, aclaró el galeno.

García Guevara destacó que ese programa ha contribuido a disminuir notablemente la tasa de mortalidad del Cardiocentro, a pesar de tener cardiopatías críticas del recién nacido en un tercio de los pacientes, con lo cual también ha ido disminuyendo la mortalidad infantil del país.

Precisó que en 1986 la mortalidad infantil en Cuba por cardiopatías congénitas era de tres por cada mil nacidos vivos, y gracias al tratamiento quirúrgico, y procederes intervencionistas actualmente está en menos de 0,5, lo que constituye una satisfacción para ese colectivo de hombres y mujeres que cada día luchan porque esos pequeños corazones sigan latiendo.

En opinión de expertos en el tema, entre los principales problemas del corazón que afectan a los niños en edades tempranas en Cuba y otros países están las cardiopatías congénitas cianóticas, las cuales implican un compromiso de la oxigenación de la sangre.

Entre estas se incluyen la tetralogía de Fallot, (conocida como mal azul del corazón), la transposición de grandes vasos, la atresia pulmonar y los drenajes anómalos de venas pulmonares

También están las no cianóticas que comprenden dificultades valvulares, de anomalías de los vasos y de las estructuras del corazón, comunicación interventricular e interauricular, la persistencia del conducto arterioso y la coartación de la aorta, entre otras dolencias.

Además, en esa institución, de referencia nacional se atienden cardiopatías no congénitas que agrupan a un gran número de padecimientos que afectan a los niños, como son las arritmias, la fiebre reumática y las cardiomiopatías.

García Guevara manifiesta su orgullo por formar parte de ese colectivo, donde su padre, ya fallecido, doctor Carlos García Morejón, se desempeñó hasta su deceso en 2017 y estaba al frente del programa desde la fundación del Cardiocentro, en el cual salvó muchas vidas y realizó valiosos aportes en beneficio de la salud infantil.

Allí fue asesor del Programa Nacional para el Diagnóstico Prenatal de Cardiopatías Congénitas, miembro del Consejo Científico del Cardiocentro, además ocupó la responsabilidad de segundo jefe durante dos años y al frente del Laboratorio de Ecocardiografía desde 1989 hasta agosto de 2006.

Para el doctor Carlos García Guevara, significa un gran orgullo que su hijo, William García Lugo, graduado de médico este curso escolar continúe la tradición familiar y comience a trabajar en septiembre en esa prestigiosa institución, que prosigue la obra de Fidel y se mantiene como legado para las nuevas generaciones.