Washington (RHC) La idea de que el bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba es una política fallida está extendida entre los aspirantes presidenciales demócratas, 23 de los cuales quieren eliminar esa política.
De acuerdo con la coalición Engage Cuba, que promueve el levantamiento del bloqueo y quiere mejores lazos bilaterales, en total suman 23 los aspirantes demócratas a la Casa Blanca que están de acuerdo con un acercamiento a la mayor de las Antillas.
El diario norteamericano Tampa Bay Times incluyó el tema en una serie de preguntas respondidas al medio por 15 de los 25 candidatos que buscan la nominación de la fuerza azul a las elecciones de 2020, informa Prensa Latina.
Frente a la interrogante '¿Usted terminaría o continuaría el embargo (bloqueo) comercial a Cuba?', el senador Bernie Sanders manifestó que, de llegar a la Casa Blanca, levantaría esa política, y dijo que apoya la decisión del ex primer mandatario Barack Obama (2009-2017) de iniciar un proceso de normalización de relaciones bilaterales.
A través de un portavoz, el legislador por Vermont, quien ocupa el segundo puesto en la mayoría de las encuestas sobre los candidatos demócratas, manifestó que ese cerco ha sido gravemente perjudicial para las empresas estadounidenses y el pueblo de la mayor de las Antillas.
Su colega en la Cámara Alta Elizabeth Warren indicó que ella es copatrocinadora original de un proyecto de ley bipartidista que pondría fin al bloqueo, y sostuvo que respalda el fin de las restricciones a los viajes de los norteamericanos a la isla.
De acuerdo con la senadora, Estados Unidos lleva más de 50 años de experiencia fallida con políticas de aislamiento, y por eso criticó al Gobierno de Donald Trump por volver a imponer severas sanciones contra el territorio vecino.
Estoy a favor de la defensa de la normalización de relaciones con Cuba, porque creo que el compromiso respalda al pueblo cubano; las políticas de aislamiento no lo hacen, afirmó Warren, otra de las figuras mejor posicionadas entre los aspirantes a la mansión ejecutiva.
Para el alcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg, las políticas del Gobierno de Trump hacia Cuba han sido en gran medida contraproducentes en todos los ámbitos, y se pronunció a favor del acercamiento.
'Si Estados Unidos quiere tener una influencia positiva en los cambios políticos y económicos en Cuba, debe mantener un diálogo abierto con el Gobierno y la sociedad cubana', manifestó Buttigieg.
El alcalde denunció que la hostilidad del actual ejecutivo norteamericano está afectando al emergente sector privado de ese país, 'la misma gente a la que el presidente Trump ha dicho que quiere ayudar', al tiempo que las sanciones hacen la vida más difícil para los cubanos comunes y causan fricciones con los aliados de Washington.
A su vez, el ex senador Mike Gravel respondió que terminaría inmediatamente el bloqueo y abriría relaciones normalizadas con Cuba. 'La única razón para el embargo es paralizar sectores vitales de la economía cubana y luego dar un paso atrás y afirmar que su sistema no funciona', mientras no se toman en cuenta 'las necesidades de los cubanos y estadounidenses'.
La senadora Kamala Harris dijo que se debe poner fin a esa política fallida 'y adoptar un enfoque más inteligente que empodere a la sociedad civil cubana y a la comunidad cubanoamericana para estimular su progreso y determinar libremente su propio futuro'.
El ex gobernador de Colorado John Hickenlooper, quien visitó la isla en 2017, cuando aún estaba en ese cargo, reconoció que existen claras diferencias entre Estados Unidos y el Gobierno cubano, pero consideró que el acercamiento es el camino adecuado a seguir, y defendió el comercio bilateral y los viajes.
'La administración actual dice que su política está diseñada para apoyar al pueblo cubano. De hecho, miles de empresarios y pequeñas empresas cubanas están sufriendo la desaceleración de los viajes de Estados Unidos a la isla', expresó.
El gobernador de Washington, Jay Inslee, también aseguró que de ser presidente levantaría el bloqueo, y recordó que en 2015 se unió a otros ocho mandatarios estatales que pidieron al Congreso el fin de ese cerco.
Apuntó que terminar esa política fortalecería la industria agrícola norteamericana y crearía empleos en este país, al tiempo que beneficiaría tanto a la economía de Estados Unidos como a la de Cuba, y rechazó las medidas dirigidas a aislar a la nación caribeña.
Para la senadora Amy Klobuchar, la apertura de nuevos mercados y la reducción de las barreras comerciales son fundamentales para el crecimiento económico estadounidense, y el levantamiento del bloqueo a Cuba abriría las puertas a un gran mercado de exportación e impulsaría la economía de ambas naciones.
También desea terminar el bloqueo el ex congresista Beto O'Rourke, quien estima que las intervenciones de Estados Unidos en América Latina, ya sea en Cuba, Nicaragua, Guatemala o El Salvador, han resultado desastrosas a cada paso, y causaron muchos de los problemas que se ven hoy en las fronteras.
'Beto trabajaría con socios regionales para normalizar nuestra relación con Cuba y mejorar cada dinámica de esa asociación, desde el comercio hasta los viajes', señaló al diario un portavoz del ex representante.
El congresista Eric Swalwell coincidió en que es hora de levantar el bloqueo, y consideró que Obama estaba en el camino correcto al deshacerse de varias restricciones impuestas a los viajes, las finanzas y otros intercambios comerciales, así como en la apertura de una embajada en La Habana.
Swalwell arremetió contra el reciente endurecimiento del cerco por parte del presente ejecutivo con la prohibición de cruceros, yates y otras embarcaciones, además de con la eliminación de visitas educativas, porque eso 'nos hace retroceder en la normalización de las relaciones'.
Además, llamó la atención sobre el hecho de que con otras naciones también existen diferencias en materia de derechos humanos, pero eso no han detenido los nexos comerciales de Estados Unidos con esos territorios.
La senadora Kirsten Gillibrand expresó que el cerco no ha funcionado y continúa perjudicando al pueblo, y se mostró a favor de eliminarlo, aunque con el reconocimiento de que ve en eso una 'oportunidad de influir en el Gobierno de Cuba'.
(Prensa Latina)