Caracas, 23 oct (RHC) El mismo día que la administración estadounidense puso en vigor nuevas medidas que endurecen todavía más el bloqueo económico contra la Isla, calificadas por el Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez, como «expresión de impotencia, degradación moral y desprecio imperial», Cuba ratificó su decisión de continuar colaborando con Venezuela, «porque la solidaridad de nuestros pueblos está por encima de las provocaciones del imperio».
Así lo aseguró el viceministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de la República de Cuba, Roberto López Hernández, quien preside el encuentro que analiza la marcha actual del Convenio Integral de Cooperación entre ambas naciones, que sesiona hasta el jueves en esta capital, en la cual diseñarán, también, los objetivos del año 2020, cuyas proyecciones de beneficio social enfrentan obstáculos generados por la injerencia y obstinación de Trump y sus lacayos en el área.
Dijo que esta reunión es muestra de esa voluntad y la respuesta a las cínicas amenazas y sanciones del imperio, «que nos acusa como responsables de sostener esta Revolución Bolivariana, pero tendrán que borrarnos del mapa si desean que nosotros dejemos de colaborar con este hermano pueblo y su gobierno constitucional», enfatizó.
Ramón Gordils, viceministro de Cooperación Económica del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela, remarcó que «con el ánimo de resistencia seguimos con nuestra agenda de integración, de cooperación y desarrollo, a pesar de las grandes dificultades económicas de nuestros países».
Gordils denominó estos esfuerzos «como un ejercicio de “terquedad” y paciencia estratégico y de ejemplo para los pueblos de Nuestra América», y se refirió a la situación internacional, signada por «la imposición de sanciones y medidas ilegales, coercitivas, unilaterales, alejadas del Derecho Internacional contra Cuba, Venezuela, Nicaragua, Irán y la República Popular Democrática de Corea».
Y contrastó: «Todos los que vienen promoviendo estas sanciones tienen el patio alborotado, con los pueblos en las calles, desafiando al neoliberalismo, poniendo en orden su vida, luchando por mantener sus derechos y la respuesta ha sido la represión».