Naciones Unidas, 7 nov (Redacción Web).- El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, denunció hoy en la Asamblea General de ONU el recrudecimiento de la política hostil de Estados Unidos contra la isla.

En los últimos meses, recordó, Washington inició una escalada en su agresión contra Cuba, con la aplicación de medidas no convencionales, para impedir el abastecimiento de combustible a Cuba desde diversos mercados mediante sanciones y amenazas a los buques, navieras y compañías de seguros.

Su objetivo, además de afectar la economía, es dañar el nivel de vida de las familias cubanas, recalcó.

Aádió que en abril del presente año se autorizó la presentación de demandas ante tribunales estadounidenses contra entidades cubanas, norteamericanas y de terceros países, en virtud del Título III de la Ley Helms-Burton.

La persecución a nuestras relaciones bancario-financieras con el resto del mundo se recrudeció, se restringieron las remesas a ciudadanos cubanos, se redujo el otorgamiento de visas y se limitaron los servicios consulares, subrayó el canciller.

Un acuerdo entre las federaciones de béisbol fue cancelado, se anularon los viajes individuales de ciudadanos norteamericanos, se prohibieron los cruceros y los vuelos directos a los aeropuertos cubanos, excepto el de La Habana, señaló.

También se impidió el arrendamiento de aviones con más de un 10 por ciento de componentes estadounidenses y la adquisición de tecnologías y equipamiento en similar condición, cesaron las actividades de promoción comercial, los intercambios culturales y educativos.

El Gobierno estadounidense ha intensificado agresivamente la aplicación extraterritorial de su política de bloqueo a Cuba contra terceros Estados, sus compañías y ciudadanos, expuso el canciller.

Tampoco esconde su propósito de asfixiar económicamente a mi país e incrementar los daños, carencias y sufrimientos al pueblo, recalcó.

Washington se ha propuesto sabotear la cooperación internacional que Cuba brinda en la esfera de la salud: con una campaña de calumnias, políticos y funcionarios norteamericanos atacan un programa basado en genuinas concepciones de cooperación Sur-Sur, que cuenta además con el reconocimiento de la comunidad internacional, denunció.

En respuesta a la declaración de la representante permanente de Estados Unidos ante Naciones Unidas, el canciller señaló que el Gobierno norteamericano sí es responsable de tales daños.

Asimismo, ahondó en los daños humanitarios incalculables del bloqueo, que constituye una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos humanos y califica como acto de genocidio. “No hay familia cubana que no sufra sus consecuencias”.

Debido a ese cerco, la isla tiene limitaciones en los servicios de salud pues no puede acceder a equipos médicos de origen estadounidenses y a prótesis, lo cual afecta en especial a varios niños cubanos.

El bloqueo también imposibilita el acceso a medicamentos novedosos para el tratamiento del cáncer, solamente producidos por compañías farmacéuticas estadounidenses, explicó el canciller cubano.

La Asamblea General de la ONU aborda este jueves el proyecto de resolución “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, el cual ha recibido el apoyo de la comunidad internacional desde 1992.